Esa es la frase que no les está permitiendo a las mujeres AMAR sus cuerpos

Uno de los ''halagos'' más codiciados entre mujeres y que a muchas puede incluso alegrarles el día es ''qué flaca estás'' o ''te ves tan flaca''.

Atrás quedaron los días en que ese tipo de comentarios eran considerados negativos y ahora se han impuesto como unas de las frases que las mujeres más aprecian (no todas, por supuesto). Pero, nadie debería culparnos. Desde que tenemos memoria lo único que recibimos es el mensaje de que ser flacas es un rasgo muy afortunado y que aquellas que no fuimos ''bendecidas'' con un cuerpo de talla 0 valemos menos.

El 90% de las publicidades eligen a una mujer delgada, las modelos conviven con la exigencia de mantener un peso muy por debajo de lo normal y las tiendas de ropa fabrican prendas cada vez más pequeñas. Resulta lógico que en una sociedad de este tipo, el halago más deseado sea ese, porque de alguna forma nos transmitieron que eso es todo lo que necesitamos para estar satisfechas con nosotras mismas.

Pero es necesario tomar otra perpsectiva en este asunto para notar cuán retorcida es esta forma de pensar. ¿Acaso pesar 60 o 50 kilos puede definir algo de una persona? Definitivamente, no.

Es por eso que deberíamos comprender por qué decirle a una amiga ''te ves mucho más delgada'' no la ayuda (a pesar de que toda nuestra vida nos hayan enseñado que sí). Mira de qué maneras nos afecta...

Es un "halago" de doble filo

La mayoría de mujeres que se someten a dietas estrictas solo para conformar un estereotipo impuesto. Es por eso que debemos evitar decirle a cualquier amiga que haya perdido unos kilos que "se ve tan maravillosa ahora que está flaca''. ¿Acaso estamos queriendo decir que antes era gorda y patética? ¿Y ahora es maravillosa porque está flaca? Jamás debemos medir el valor de una persona por su delgadez.

No nos define como personas

A su vez, cuando creemos halagar a alguien diciendo lo flaca que se ve, también estamos emitiendo un juicio de valor y definiendo su personalidad. Es un sinónimo de que esa persona finalmente ha alcanzado el estereotipo por el que tanto debemos sacrificarnos.

Suena tan mal decirlo, pero lamentablemente es eso lo que comunica un halago de ese tipo. ¿Acaso si no eres delgada significa que eres perezosa y no tienes fuerza de voluntad ni constancia? ¡Qué ridículo! Un número en la balanza, un talle de pantalón o el abdomen de una persona no definen absolutamente nada de ella. Todo se encuentra adentro de ese cuerpo que debemos aceptar así como es: nuestra forma de ser es todo lo que importa.

Es una forma de inspección

Somos inspeccionadas todo el tiempo. Las publicidades nos recuerdan constantemente lo lejos que estamos de alcanzar el cuerpo de esa modelo y la poca disciplina que tenemos en comparación con ella. Cada vez que vemos a otra mujer que no conocemos, inconscientemente inspeccionamos cómo es su cuerpo (sí, debemos admitir que todas lo hemos hecho alguna vez). Y cuando estamos con amigas tenemos la mala costumbre de quejarnos de nuestros cuerpos...

Estar enfocadas únicamente en ese aspecto no solo es muy dañino para todas sino que tampoco nos permite amar la diversidad y aceptar nuestro cuerpo tal como es. Se crea una presión por verse delgada en todas las mujeres y nos hace creer que no tenemos otra opción que hacer lo imposible por ser una talla 0.

Es hora de censurar este monotema, ya que no contribuye en absoluto a nuestra vida y nos convierte en mujeres desconformes. ¿Por qué no comenzamos a pensar en otros aspectos más profundos de nuestras vidas?

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Nunca sabemos lo que sucede detrás

Si tenemos una amiga que padece obesidad y se propone perder peso por razones de salud, es importante no hacer hincapié en su apariencia. Será más enriquecedor enfocarse en cuánto mejorará su salud ahora que ha incorporado una dieta equilibrada y realiza ejercicio.

Concentrarse en el aspecto físico puede fomentar la aparición de un trastorno alimenticio. Especialmente cuando no conocemos el trasfondo de la situación y tal vez estamos halagando a una mujer que sufre una enfermedad.

¿Qué podemos hacer?

La realidad es que hablar sobre nuestros cuerpos se ha convertido prácticamente en un vicio. Pero todavía estamos a tiempo de revertirlo, nadie tiene el derecho de juzgar a otro por cómo se ve su cuerpo. Comencemos a observar otros aspectos de las personas que nos aportarán muchísimo más que un simple número en la balanza.

La próxima vez que alguien te diga que te ves delgada intenta demostrar cuán poco profundo es ese halago y pide que te digan algo que realmente te llene el corazón, como qué talentosa eres.

Antes de finalizar, es esencial aclarar que ser delgada es todo menos un defecto. Muchas mujeres son naturalmente flacas y son hermosas. El problema está cuando promovemos la delgadez como si fuera un deber de todas las mujeres para ser bellas.

Recuerda: tú eres única, tu cuerpo es único y nadie puede decirte cómo debe verse. ¡Acéptalo tal y como es, disfrútalo, y mira de todo lo que es capaz!  

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