El aceite de ricino es uno de los remedios naturales más usados desde siempre para aliviar diversas afecciones. En esta ocasión en OtraMedicina nos enfocaremos sobre el uso terapéutico de compresas de aceite de ricino, utilizado por muchos especialistas y terapeutas de medicina natural.
El uso terapéutico de compresas de aceite de ricino

Una compresa es ni más ni menos que un paño de tela -usualmente una franela que pueda doblarse tres veces sobre sí misma- limpio embebido totalmente en aceite de ricino que se aplica sobre la piel mientras la persona está recostada o sentada, para permitir que la compresa permaneza largo rato en su lugar -hasta que el aceite se absorba a través de la piel.
En medicina alternativa se utiliza como vehículo para promover la circulación y la curación de órganos internos -los ubicados debajo de la piel sobre la cual la compresa se coloca. También se utiliza este remedio natural para mejorar la función hepática, aliviar dolores, reducir inflamaciones y mejorar la digestión.

El modo correcto de aplicar las compresas de aceite de ricino es embeber la tela en el aceite, colocarla sobre la piel y luego cubrir la compresa con un plástico (que puede ser el recorte de una bolsa de supermercado) sobre el cual se colocará una bolsa de agua caliente.
De este modo la compresa se calienta y transfiere a través de la piel el aceite al cuerpo. Este método permite aprovechar las propiedades terapéuticas del aceite de ricino mediante aplicación externa, ya que es un producto que no puede ser ingerido internamente.
¿Cuáles son las zonas del cuerpo en que se suele aplicar este método terapéutico?
- Sobre el lado derecho del abdomen: para desintoxicar el hígado.
- Sobre la zona en que existan articulaciones doloridas o inflamadas, tendones, cuadros de bursitis o dolores musculares.
- Sobre el abdomen, para aliviar constipaciones y otros desórdenes digestivos.
- Sobre el abdomen bajo, en caso de desordenes menstruales y de quistes uterinos y/o ováricos.
Precauciones: estas compresas no deben ser aplicadas sobre zonas con piel irritada o lastimada ni en mujeres embarazadas, amamantando o menstruando. Al usar este método procurar que la persona que recibe la compresa se recueste sobre sábanas viejas, ya que el aceite de ricino puede mancharlas.
Una vez retirada la compresa, limpiar el área donde se ha aplicado con una solución de agua y bicarbonato. La compresa puede guardarse en un recipiente en la heladera y volver a utilizarse unas 25-30 veces.



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