Una de las particularidades del yoga que más me gustan es su potencial para adaptarse a diversos ambientes, pues en este sentido la versatilidad del yoga es incomparable a casi ninguna otra disciplina alternativa. Damos cuenta de ello en este artículo, en el que recogemos varias aplicaciones domésticas del yoga, para así practicar yoga en casa.
Ejercicios de yoga en casa

La cocina, a priori, tiene un uso exclusivo: cocinar, y seguramente los ejercicios de yoga no entren en tus planes cuando estás horneando un pan casero o preparando una ensalada mediterránea. Sin embargo, cuando te agaches a recoger el aceite del armario inferior, puedes simular la posición de una silla flexionando las rodillas, abriendo los brazos y bajándolos con los hombros rectos de forma suave.
También puedes pedirle ayuda a alguien que esté en la casa para que te acompañe. Colóquense uno al lado del otro, dense la mano y estírense hacia el lado contrario del compañero sosteniendo la mano como apoyo. Este ejercicio estirará tu torso.
En la cama, al despertarte acuéstate boca abajo con pies y rodillas juntas. Coloca las manos a ambos lados del cuerpo y flexiona codos hacia el techo. Respira lentamente mientras elevas la cabeza, hombros y pecho.
Conservando la posición, flexiona las rodillas y coge los tobillos con las manos. Despega la frente y el pecho del colchón, arqueando suavemente la columna y aguanta la posición durante algunos segundos reteniendo la respiración.
Finalmente, si vas en el coche puedes aprovechar para ejercitar el cuello y practicar respiración relajante Debes manejar con los hombros distendidos y bajos, sin tensionar el cuello y agarra el volante de forma tranquila.









