Lifestyle

Dieta vegetariana para embarazadas

El embarazo es un período a lo largo del cual una buena alimentación es capital para las futuras mamás y su bebé, sean o no vegetarianas: las necesidades nutricionales tanto de la una como del otro son idénticas, pero los aportes de una alimentación vegetariana difieren. En este artículo te contamos cúal es la mejor dieta vegetariana para embarazadas que optan por este estilo de alimentación.

PUBLICIDAD

Si bien es inconcebible para una mujer que haya adoptado un régimen vegetariano desde hace años que reintegre alimentos como carne o pescado en su alimentación durante el embarazo, la mujer tendrá en cualquier caso que doblar sus cuidados en cuanto a la composición de sus comidas para no sufrir ningún tipo de carencias.

Embarazo y vegetarianismo son en principio perfectamente compatibles en la medida en que las carencias de una alimentación no vegetariana se ven compensadas por otros elementos nutritivos.

Proteínas para embarazadas

Imagen Thinkstock

Porque las proteínas vegetales son más difícilmente absorbidas por el organismo que las proteínas animales, deberán consumirse cantidades más importantes por parte de la mujer embarazada. Un seguimiento médico es fundamental con el fin de evitar cualquier desequilibrio durante el embarazo.

La mujer vegetariana tendrá, por consiguiente, que informar a su médico de sus hábitos alimenticios. Las ecografías permitirán constatar la buena evolución del feto, y los análisis de sangre podrán permitir darse cuenta cualquier deficiencia en cuanto a la tasa de hierro. El médico podrá prescribir ciertos complementos a base de hierro y calcio.

El régimen vegetariano se caracteriza por la ausencia de proteínas animales. Estas proteínas pueden ser compensadas por un aporte en proteínas proporcionadas por los huevos, los cereales (arroz, trigo, maíz...) que se encuentran principalmente en el pan, las harinas, las galletas, la pasta.

Consumo de cereales en el embarazo

Imagen Thinkstock

A los cereales habrá que añadir fibras de legumbres que se encuentran en los garbanzos, las lentejas, las judías rojas, la soja, y los oleaginosos presentes en las nueces, avellanas, almendras, piñones y otros tipos de granos (sésamo, girasol...).

PUBLICIDAD

El consumo de cereales y de legumbres a lo largo de una misma comida está altamente recomendado, puesto que su asociación constituye un aporte necesario en aminoácidos.

La ausencia del consumo de carne a lo largo del embarazo puede conllevar una carencia de hierro. El hierro está igualmente presente en las legumbres secas, la ensalada verde, y las verduras verde oscuras (espinacas), huevos, perejil, chocolate negro y frutos secos (albaricoques, ciruelas pasas...) para las más golosas.

Frutas y verduras para embarazadas

Imagen Thinkstock

La futura madre vegetariana deberá, por consiguiente, compensar la ausencia del consumo de carne roja por estos alimentos. Las frutas y verduras deberán estar presentes en cada comida, puesto que son ricas en vitamina C y favorecen la absorción del hierro.

Sin embargo, el consumo de café y de té deberá ser disminuido o evitado puesto que frena la absorción de hierro. Al igual que cualquier mujer embarazada, el calcio y las vitaminas D deberán ser consumidos de forma regular para la buena evolución del esqueleto del feto; el calcio se encuentra en los lácteos, quesos, pero también en los oleaginosos. Las necesidades en vitamina B12 serán colmadas por el consumo de productos lácteos y huevos.

En conclusión, en caso de duda en cuanto al buen equilibrio de su alimentación y porque ciertos elementos nutritivos no deben ser deficientes en la mujer embarazada, se aconseja consultar con un nutricionista que sabrá analizar las necesidades de la mujer embarazada y estudiar su caso en particular.