¿Alguna vez te ha entrado hipo? Si lo tienes poco rato no pasa nada, pero cuando el hipo se prolonga y lo tienes bastante tiempo, ¡puede ser bastante molesto! Tanto es así que incluso puedes empezar a sentir dolor en la garganta.
Descubre por qué te da hipo...

Ahora bien, ¿por qué ocurre esto? ¿Qué es lo que hace que tengamos hipo?
El papel del diafragma

Cuando inhalas aire, el diafragma va hacia abajo para ayudar a sacar el aire de los pulmones. Cuando exhalas, el diafragma se relaja y el aire de los pulmones sale a través de la nariz y la boca. Pero cuando el diafragma se irrita... ¡HIP!
Sí, aparece el hipo, que es una contracción súbita e involuntaria del diafragma que bloquea momentáneamente la entrada de aire.
Clases de hipos que debes tener en cuenta

Existen varias clases de hipos que vale la pena reconocer para saber que todo va bien dentro de nosotros.
Los hipos normales suelen ocurrir justo después de comer o beber demasiado rápido. El estómago que se encuentra justo debajo de tu diafragma se distiende e irrita al recibir alimentos demasiado de pronto y esto provoca el clásico hipo.
Después, encontramos una segunda clase de hipo, el constante, que no puedes parar con nada. En este caso, es importante que acudas a tu médico, porque este puede ser un síntoma de que algo no marcha del todo bien en la zona de tu diafragma.
Entonces, ¿por qué tienes hipo?

Los cambios de temperatura, el comer o beber demasiado deprisa, tomar bebidas con gas, el estrés e incluso las situaciones emocionales intensas pueden hacer que tengas hipo.
Ahora bien, como te comentábamos antes, si se tiene un hipo demasiado persistente, este puede estar indicando problemas en el cerebro, en la médula espinal o en cualquiera de las estructuras alrededor del diafragma.
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He aquí la ciencia detrás del hipo. ¿Qué tal?









