La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que se define por una alta concentración de glucosa en la sangre. Para controlar la enfermedad con eficacia, es necesario obtener un diagnóstico precoz, para controlar los niveles de glucosa en la sangre y recibir el tratamiento adecuado en función del tipo de diabetes: dieta, antidiabéticos orales y/o insulina.
¿Cómo tratar el pie diabético?

Cuando no se cumple uno de estos factores, se puede desarrollar el pie diabético, una complicación de la enfermedad que es una afección en los vasos sanguíneos y los nervios con altos niveles de glucosa en la sangre. Es esencial prestar una atención especial a los pies de los pacientes diabéticos.
En el caso de un pie diabético, el camino a seguir se basa en una perfecta higiene del pie: lavar con agua y jabón, secar a fondo todas las áreas (especialmente los dedos de los pies) e hidratar los pies usando una crema hidratante. Es importante proteger con protector solar durante los periodos de exposición.
La hiperqueratosis es un engrosamiento de la piel, también conocido como callo. En este caso, es aconsejable hidratar los pies con crema hidratante con lanolina o urea, después se lavan correctamente y se secan. Si estos tratamientos no son suficientes o son difíciles de cuidar, conviene ir a un especialista en podología.

Los pies que sufren de deformidades también deben ser tratados: hallux valgus o dedos en forma de garra, pueden aliviarse mediante el uso de una prótesis de silicona o suelas especiales, recomendados por un ortopedista. Para las uñas encarnadas, se recomienda no cortar las uñas, sino más bien usar una lima. En ambos casos, es recomendable usar zapatos que sean cómodos y no ejerzan presión sobre los pies.
Si se detecta una maceración de la piel o enrojecimiento, puede ser que haya hongos. Después del lavado, se debe insistir en secar bien el espacio entre los dedos para evitar la posible aparición de hongos en esta zona.
Todas las situaciones anteriores son de riesgo si no se tratan correctamente por el paciente con diabetes, por lo que la recuperación es más lenta y difícil. El pie diabético está expuesto a otros riesgos cuando se ve comprometida la integridad de la piel. En los casos más graves, pueden aparecer grietas y deben ser tratadas a través de un lavado a fondo con agua y jabón, seguido de un secado completo de la herida y el uso de un antiséptico suave.
Hay que tener especial cuidado del pie diabético si está ulcerada la piel. Los síntomas son: sangrado, malos olores, cambio de color de la herida. El tratamiento puede ser diferente dependiendo del tipo de úlcera. Por lo tanto, consultar con el médico para evaluar la situación. En términos generales, el tratamiento se realiza mediante el uso de antibióticos orales o tópicos.
La necrosis es la muerte de parte del pie del paciente con diabetes y es visible por el color negro de la piel y la pérdida de masa muscular. Puede aparecer en uno o más dedos de los pies y puede extenderse a la parte superior de la pierna. La necrosis es la señal indicativa de una circulación sanguínea interrumpida en la zona en cuestión. Por lo tanto, la única solución es la amputación para impedir la propagación de la infección y la necrosis.
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