6 mitos sobre liderazgo que todos creemos pero deberíamos olvidar

Todos tenemos creencias que definen quiénes somos y cómo dirigimos nuestras vidas. Pero no todas esas creencias nos ayudan a avanzar en la vida; algunas nos impiden tener éxito. Por eso es bueno reconocer estas creencias por lo que son -mitos- y deshacernos de ellos tan pronto como sea posible.

Aquí están 6  mitos sobre liderazgo que deberías olvidar ahora.

"Solo los extrovertidos pueden ser buenos líderes"

¿Qué tienen en común Bill Gates, Hilary Clinton, Mark Zuckerberg y Warren Buffet? Todos ellos son introvertidos y excelentes líderes. El liderazgo no es sobre cuánto hablas, sino de lo que puedes ofrecer.

"Los hombres son mejores líderes"

Solo mira a Oprah Winfrey. Ella es una de las mujeres más influyentes en la tierra. Los libros que recomienda a sus fans, por ejemplo, terminan convirtiéndose en best sellers. Y ella no es la única. Piensa en Margaret Thatcher, Angela Merker o Beyonce… Las mujeres pueden ser grandes líderes también.

"Los líderes nacen, no se hacen"

El liderazgo es una habilidad, como la carpintería. Algunas personas la aprenden naturalmente, otros la entrenan. La verdad es que cualquiera puede convertirse en un gran líder. El único requisito es querer ser uno.

"Los grandes líderes no son emocionales"

Lo creas o no, las emociones llevan a la gente a convertirse en grandes líderes. Steve Jobs se convirtió en un gran líder porque era apasionado - y la pasión es una emoción poderosa. Encuentra la emoción que te impulsa, ponla a trabajar y tú también podrás convertirte en un gran líder.

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"Los líderes tienen todas las respuestas"

Nadie tiene todas las respuestas. Ni siquiera los mejores profesores del mundo. Los líderes son seres humanos que han aprendido a manejar a la gente y a animarla. Lo que tienen, sin embargo, son mejores preguntas.

"Necesitas un título para ser un líder"

El liderazgo es posible sin un título. Tantos voluntarios alrededor del mundo ayudan a recaudar fondos, manejar recursos y cuidar a los necesitados en tiempos difíciles. No se les llama líderes, pero son líderes sin título.

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