Este mundo está colmado de personas vivas que se han olvidado de vivir. Los motivos de olvidarse de estar vivos pueden ser diversos y cuando sucede las personas se olvidan de que ante todo son vida, algo que solo puede celebrarse disfrutando. No todo siempre sale como queremos, hay momentos en que la vida pareciera que quiere derribarnos, pero incluso en esos momentos hay lugar para una sonrisa ¿cómo? De estas maneras.
5 maneras de mantener siempre una sonrisa más allá de las adversidades

1. Encontrarte contigo mismo
Tómate un tiempo para conectarte con tu ser interior y así darte cuenta de lo que realmente deseas. La felicidad surgirá de ti un vez que te das cuenta de que puedes vivir bien sin intentar agradar: de eso se trata, de ser tú mismo. Cuanto más te conozcas a ti mismo menos posibilidades tienes de que alguien te lastime.
2. Comprender que la tristeza es parte de la vida
Nadie puede eliminar la tristeza. Intentar hacerlo todo el tiempo te hará sentirte más triste aún. Entonces la única salida es darle la bienvenida, no odiar su presencia, sino todo lo contrario. En nuestras vidas tenemos que lidiar con muchísimas circunstancias que nos afligen y cuando las aceptas te sentirás mejor.

3. Saber que la vida está completa de opciones
Cuando estás roto tienes dos opciones: seguir así o reunir valor y ponerte de pie otra vez. De ti depende qué camino elegir, si el de la mejoría o el querer seguir mal. Cuando todo tu esfuerzo esté en mejorar ya no habrá lugar para la desdicha.
4. Abandonar la negatividad
Las personas que suelen estar contentas comprenden que la negatividad nos les permite avanzar porque bloquea su crecimiento, entonces abandonar todo pensamiento negativo debería estar en tu lista de prioridades. Si alguien llena tu vida de negatividad lo mejor que puedes hacer es mantenerte lejos de esas personas.

5. Escuchar tu voz interior
La opinión de los demás, ya sea a favor o en contra de ti, nunca debería influir en tu vida. Saca de tu vida todas las voces que intentan bloquear tu felicidad. Lo mejor que puedes hacer es escuchar tus propios pensamientos, tu voz interior.
Estamos vivos y no hay que olvidarse de que si estamos vivos ¡es porque tenemos que vivir a pleno!








