5 beneficios de viajar en temporada baja a ciertos destinos

A pesar de que la temporada estival sea inminente, puede que muchos hayan decidido organizar las vacaciones durante el mes de octubre, un mes igual de recomendable a la hora de visitar destinos que han sufrido las típicas masificaciones durante los previos meses de verano.

Si en tu caso aún no lo has hecho, estos 5 beneficios de viajar en temporada baja a ciertos destinos te terminarán de convencer.

Precios más económicos

Viajar a Ibiza no costará lo mismo en julio que en octubre, al igual que otros muchos destinos mediterráneos como Santorini, Cerdeña o la Costa del Sol. El motivo de estos precios reducidos residen en la necesidad de hoteleros y agentes de viajes por llenar una temporada baja que coincide con otras causas de fuerza mayor como el curso escolar o un clima traicionero en según qué temporada.

De este modo, los vuelos suelen ser más baratos y los alojamientos añaden la etiqueta de 50% de descuento durante los meses de mayo y octubre, lo cual puede beneficiar a nuestro bolsillo sin renunciar a unas vacaciones de ensueño.

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¿Masificaciones?

Agosto continúa siendo el mes de mayor actividad turística en el hemisferio norte, una tendencia que, no obstante, se ha visto afectada por el clima de los últimos años y unos viajeros que prefieren adelantarse a este mes u optar por el igualmente caluroso septiembre.

Si, en nuestro caso, nos decidimos por meses más apartados, disfrutaremos de esas playas en las que madrugar antes para encontrar un hueco no será necesario, las colas en los restaurantes se verán reducidas y no hará falta emplear el doble de tiempo para llegar a ese destino en coche.

Buen tiempo

Durante los últimos años, el calor tiende a atrasarse, golpeando con fuerza a principios de julio hasta finales de octubre, al menos en lo que respecta al Mediterráneo. Desde los monzones de la India hasta las tormentas tropicales de Costa Rica, el clima es uno de los factores más impredecibles a la hora de planificar nuestras vacaciones.

Sin embargo, ciertos indicadores pueden orientarnos a la hora de visitar un destino y disfrutar del buen tiempo a bajo costo. Octubre suele ser un mes igualmente soleado en el Mediterráneo casi todos los años, de modo que ¿por qué no disfrutar de un verano tardío si se da la ocasión?

Mejor contacto con los locales

Cuando un destino descansa de las masificaciones, los dueños de los bares, los comerciantes o ese trabajador de una oficina turística disponen de más tiempo para explayarse y conversar con los turistas.

De este modo, experimentamos una estancia mucho más relajada, auténtica y agradable, disfrutando de un entorno que podemos descubrir del mejor modo: a través de unos locales que disponen de mucho más tiempo y una amabilidad que puede brillar por su ausencia durante esos meses en los que los turistas son robots en vez de personas.

Mayor dinamismo

Por cada atracción que visitas en una ciudad durante los meses de temporada alta debes sumar una hora de espera, más el doble de tiempo que gastas en la carretera, unos treinta minutos de media mientras esperas para recibir las llaves de tu habitación o los bostezos que llegan tras esperar demasiado para entrar una discoteca. Esperar, esperar, esperar, una de las principales consecuencias de viajar en temporada alta, cosa que no ocurre en esos meses más relajados en los que ganaremos tiempo e, incluso, podremos emplear un día extra para disfrutar de otros entornos cercanos.

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Estos beneficios de viajar en temporada baja a ciertos destinos se resume en tres palabras: tranquilidad, ahorro y dinamismo, tres conceptos esenciales a la hora de visitar a un nuevo destino del mejor modo. Esperamos que estos consejos favorezcan a esos lectores a los que no les importe aguantar un poco más y obtener como recompensa unas vacaciones tardías pero mucho mejores en varios aspectos. 

¿Sueles viajar en temporada baja?