4 momentos que viviste de adolescente y que hoy te gustaría repetir, pero con más experiencia

Soy de las personas que cree que la adolescencia es el peor momento de la vida de un ser humano. Somos una  bomba de emociones que no sabemos qué queremos, qué nos gusta y qué odiamos.  Confundimos los sentimientos, no sabemos diferenciar los amigos de los conocidos y creemos que nuestros padres no saben nada de la vida. Nos creemos inmortales y creemos que los viejos de 25 años son aburridos. ¡Niños tontos!

Mi adolescencia fue divertida, pero nunca fue tan buena cuando pasé la barrera de los veintitantos… Esa fue mi mejor etapa, aprendí mucho, conocí la independencia por primera vez, pero por sobre todo maduré y entendí muchas cosas que en mi adolescencia jamás hubiese comprendido.

Es por eso que me encantaría volver a pasar por algunas situaciones, para vivirlas diferentes, quizá con menos dolor o con una cuota más de diversión.

1. Mi primer amor

No es que quiera cambiar a mi primer amor o lo que sentí, pero me hubiese gustado manejar esa relación con un mayor grado de madurez, que quizá me hubiese evitado el sufrimiento cuando me rompieron el corazón. Sin embargo, si no hubiese pasado por ese dolor, jamás hubiese aprendido de qué se trata el amor propio.

2. El bullying

Cuando pasé por secundaria mis compañeros solían burlarse de la forma de mi cuerpo, de mi pelo, de mi actitud, de todo.  Me encantaría volver con mi “yo” adolescente para decirle que todo estará bien, que la balanza no nos define y que sin importar nada de lo que nos digan esos bullier nuestra seguridad en nosotros mismos no puede flaquear. Volvería a mi adolescencia para enseñarme a tener fe en mí.

3. Las mentiras a mi mamá

Eso definitivamente me encantaría revertirlo, volver a vivirlo para no cometer de nuevo el mismo error. La familia es lo más importante que tenemos y son las personas en las que más debemos confiar, es por eso que mentirles no es una opción.

Si algo sale mal tus padres estarán ahí para contenerte, si les mientes los perderás para siempre, porque perderás su confianza.

4. Mis amigas

Sin duda, volvería a vivir la intensidad de esas amistades, las locuras de la adolescencia, pero más que nada regresaría para ver cuál era la chispa que tenía y qué era lo que me hacía ver tan radiante.

De las malas también se aprende, o al menos eso dicen, la adolescencia fue una etapa llena de altibajos emocionales en la que aprendí a querer, a soñar, a llorar y a saber que nadie muere por amor.

¡Gracias adolescencia por los hermosos recuerdos! ¿Tú volverías a algún momento de tu adolescencia?

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