Hay personas que solo planean sobre la superficie. El tiempo se les cuela entre los dedos y no llegan a disfrutar de los verdaderas maravillas de esta vida. ¿Por qué? Ellos confunden estas cosas con la felicidad.
4 cosas superficiales que NO te harán más feliz
Por:Univision
#1 Aspecto de modelo
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En la época que vivimos, no resulta ninguna novedad que hay quienes se desviven por lucir un “ cuerpo de modelo”. Están convencidas de que, una vez que lo consigan, alcanzarán la cima de la plenitud. Pero, basta con conocer la vida de muchas modelos para constatar que la supuesta “perfección corporal” no suele venir acompañada de la realización personal –sino, de nuevas inseguridades–. Esto ocurre porque el cambio debe comenzar desde adentro. Ya lo dijo Sophia Loren: “la belleza es cómo te sientes por dentro y se refleja en tus ojos. No es algo físico”.
#2 Dinero
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El dinero puede comprarte una casa lujosa, un auto para la envidia y muchas otras cosas más. Pero, como lo expresa el dicho, no puede darte la felicidad –esta solo te la puedes regalar tú misma–.Si dudas de esto, no tienes más que apelar a tu propia experiencia. ¿Alcanzaste la felicidad cuando te compraste ese celular que tanto querías?
#3 Fama
Ante la típica pregunta “¿qué quieres ser cuando seas grande?”, muchos niños –e incluso adultos– han dejado de contestar “músico”, “ingeniero”, “maestro” o “actor”. Hoy en día, solo quieren ser “famosos”. Nadie niega que la popularidad puede abrirte muchas puertas; pero, inevitablemente, te cierra otras. También, te permite conocer lo que otras personas piensan de ti, cuando lo más importante es –una vez más– lo que tú piensas sobre ti misma. De allí proviene la felicidad.
#4 Carrera exitosa
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Querer superarse en el trabajo no tiene nada de malo; de hecho, puede representar un desafío de lo más enriquecedor. Ahora bien, no debes dejar que el mundo te imponga sus criterios sobre el “éxito”. Este –en su estado maś puro y pleno– no nace del reconocimiento exterior (es decir, de un aumento salarial o un ascenso), sino –más que nada– de un estado interior.
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No dejes, entonces, que estas cosas superficiales te engañen. Si así lo deseas, tienes todo el derecho del mundo de aspirar a ellas; pero, si quieres ahorrarte bastante sufirmiento, tendrás que apreciarlas por lo que en verdad son.