Tu nariz parece una canilla abierta y te sientes como si te hubiese atropellado un camión. Sí, una vez más, estás por resfriarte...
10 luchas que pasamos quienes nos resfriamos con frecuencia


Si te resfrías tan a menudo como yo, estoy segura de que entenderás estas situaciones a la perfección.
1. ¿Cambio repentino de temperatura? ¡No, por favor!
Ayer calor, hoy frío, mañana calor, pasado tormenta. El mundo está loco, el cambio climático nos está afectando a todos, pero especialmente a quienes somos un poco más sensibles y nos resfriamos con facilidad.
Necesito que seas más predecible, tiempo, te lo pido por favor: ¡NO CAMBIES TANTO!
2. ¿Esto qué es? ¿Alergia o resfrío?
Parece alergia, pero comienza a dolernos el cuerpo y ahí nos preguntamos: ¿esto qué se supone que es? Una alergia que se convierte en resfrío. ¡Es ley!
3. Ni el mejor protector labial logra que los labios no se sequen

Tengo uno en mi cartera, uno en el trabajo, uno en mi mesita de luz. Los uso, más o menos, 10 veces por día, pero llega el resfrío y tira todo por la borda: labios secos, inevitablemente.
4. Aire acondicionado, ¡tenemos que hablar!: NO te tolero

Algún día encontraré mi lugar en el mundo: un lugar donde todos a mi alrededor detesten tanto como yo el aire acondicionado.
El problema, aire acondicionado, no es directamente contigo, sino con lo que generas: ese frío helado y artificial, que solo hace que al otro día esté en cama sin poder moverme. No te tolero y lo digo muy en serio.
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5. El cuarto es un basurero de pañuelos

¡Vaya problema!, esquivar TODOS los pañuelos que usaste. En la mesita de luz ya no entran, la papelera no da a basto, tu cuarto entero no es suficiente.
6. Y la billetera sufre con el resfrío

Descongestionantes, pañuelos, pañuelos, pañuelos y, sí, más pañuelos. Estar resfriado una vez puede no afectar la billetera, pero cuando te resfrías con tanta frecuencia, ella sufre mucho.
7. No hay fuerzas para ducharse, pero qué bien que hace el agua caliente

Duele el cuerpo, no tenemos fuerza, pero la ducha es tan reconfortante y nos hace tan bien para la congestión.
¡Quisiera bañarme 10 veces por día cuando estoy así!, pero el cuerpo no me da.
8. La nariz está tan irritada que ya no hay alternativas para sonarla

¡Auch! No solo los labios están sufriendo, también la nariz. ¡Pobrecita!
9. ¿Voy a trabajar o no? ¡Vaya dilema!

Resfrío… ese maldito malestar que no llega a ser gripe y que, seguramente, no te genere fiebre. Te sientes fatal pero no sabes si decir en el trabajo: “¡Hola!, hoy no voy. Estoy resfriada”.
¿Pensarán que soy muy vaga? (En este preciso momento estoy con dicho dilema).
10. Siempre hay que tener un abrigo a mano (aunque muchos lo cuestionen)

No importa que hayan 30 grados al sol, siempre llevamos abrigo a todos lados. Quién sabe, quizá alguna persona prenda el aire a 18 grados y querramos ponernos un abrigo de lana.







