Te haces un tatuaje. Y a los días ya estás pensando en el próximo. Es un círculo que no termina: quieres más tinta en tu cuerpo, encuentras el diseño ideal, lo haces, te enamoras de ese tatuaje y, poco después, vuelves a querer más tinta en tu cuerpo (y lo que sigue ya lo conoces).
¿Sientes que eres adicta a los tatuajes? Expertos tienen algo para decirte

Ahora bien, ¿te has convertido en una adicta a los tatuajes? Expertos tienen algo que decirte.

Hacerse tatuajes puede liberar adrenalina y endorfinas, según estudios publicados por Bustle. De esta forma, los tatuajes son vistos como un impulso emocional positivo. No obstante, no hay pruebas certeras de que tatuarse puede convertirse en una adicción, como sí es el caso de las drogas.
«Si el motivo para hacerse un tatuaje es que quiere sentir esa endorfina y adrenalina, sentirse vivo o atraer más atención y aprobación de los demás puede volverse un poco adictivo. Sin embargo, si su motivación principal es tener algo bello en su cuerpo, es probable que la fiebre de las endorfinas no sea el objetivo principal, y que sea menos probable que se convierta en un mecanismo para sentir esa sensación», expresó Caleb Backe, experto en salud y bienestar a Bustle.

No obstante, no es correcto utilizar la palabra adicción. Viren Swami, psicóloga de la Universidad de Westminster explicó a la BBC ya que las personas suelen tardar entre 2 y 7 años en hacerse otro tatuaje y, a su vez, «es bastante infrecuente que las personas tomen decisiones precipitadas sobre ellos. El dolor es una gran barrera, igual que la permanencia y la asequibilidad».
A su vez, la psicóloga, quien estudió el tema, dijo que «la respuesta es que no sabemos. No sabemos si es o no una adicción. Quienes estudian este tema sugieren que es demasiado pronto afirmar que los tatuajes son específicamente una forma de adicción».
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