Con las redes sociales, pareciera que cada vez es más fácil encontrar qué partes de nosotras mismas no nos gustan. Tomamos las fotos de las modelos e influencers como un recordatorio de que deberíamos ser más altas, más delgadas, con más curvas, con menos curvas... En ese mar de "características que no tengo, pero siento que debería poseer" se encuentran los hoyuelos de Venus.
¿Qué son los 'hoyuelos de Venus' y por qué cada vez más mujeres los desean?


Lo más probable es que ya los hayas visto antes: se trata de el par de "agujeros" simétricos que se le marcan a algunas personas en la espalda baja. A lo largo de la historia estos hoyuelos se han relacionado con las personas consideradas como hermosas, jóvenes o con cuerpos tonificados y en forma. De ahí proviene su nombre coloquial, el cual hace referencia a Venus, la diosa de la belleza.

Es cierto que estas marcas suelen ser percibidas como atractivas, pero en realidad no tienen que ver con la condición física de un individuo. Son las mujeres quienes las presentan con mayor frecuencia, pero su aparición se debe sólo a los genes y a la forma como los ligamentos se conectan con la piel debajo ella, en el área de las articulaciones sacroilíacas.

Existen rutinas de ejercicio que podrían ayudar a que los agujeros se marquen más, al re-acomodar la grasa que se acumula en la espalda baja. Pero siempre existe la posibilidad de jamás conseguirlos porque tu anatomía no lo permite. Aún así, hay personas decididas a obtenerlos, incluso aunque deban someterse a un procedimiento quirúrgico.
Se le conoce como dimpleplasty a la cirugía estética que se realiza para formar los hoyuelos de Venus. Es más común que se lleve a cabo en el rostro, pero también es posible hacerla en la espalda. En ella se esculpe la grasa a través de una pequeña incisión para que ésta tome la forma deseada.

Otro método para conseguirlos es con piercings dermales o microdermales. A diferencia de los superficiales, en donde ambos lados de la pieza quedan expuestos, los dermales cuentan con una especie de ancla en forma de "L" o "T" que va debajo de la piel. Así sólo uno de sus extremos sale para mostrar la pieza de joyería.
Al realizar una perforación microdermal en el lugar donde usualmente se encuentran los hoyuelos, la hendidura consigue simularlos. Como por lo general esta modificación corporal deja una cicatriz hundida, esta marca podría hacerse pasar por un hoyuelo, incluso aunque te quites el piercing después de un tiempo.
No tiene nada de malo que pienses que los hoyuelos de Venus son bonitos o sexys, pero piénsalo dos veces antes de someterte a un procedimiento para conseguir los tuyos. ¿Los quieres porque sientes que "deberías" tenerlos para ser más atractiva o porque a ti te gustan? Recuerda que la belleza viene en todos los tamaños, colores y formas, por lo que un par de ligamentos no deberían definir cuánto nos aceptamos.
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