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¿Qué mascarilla es mejor para tu piel? (Parte 2)

Las mascarillas faciales son de gran ayuda a la hora de cuidar nuestra piel. No solo las hay de todo tipo y de variados precios, sino que nos dan la comodidad de ponernos bellas en la tranquilidad de nuestro hogar. Hace tan solo unos días te contamos que hay diferentes tipos de mascarilla y que es muy importante saber para que tipo de piel son adecuadas. Pues, aquí va la segunda entrega.

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RELAJANTES
Los cutis también se estresan y fatigan, perdiendo su equilibrio natural. La fatiga cutánea desorganiza el metabolismo celular de la piel. En este estado, el cutis se sensibiliza hasta el punto de producir reacciones y alteraciones a los más mínimos cambios de temperatura o de contacto.
Para quién: Los cutis sensibles frágiles, resecos, maduros y reactivos son los que mejor se benefician de este tipo de mascarillas. Sobretodo en épocas de frío o sol intensos, cuando muestran rojeces y descamaciones.
Una sugerencia: Recurre a la tradición popular para relajar tus facciones. Corta en finas láminas un pepino y extiéndetelo sobre el rostro. Es ideal para descongestionar los cutis con tendencia a las rosáceas y rojeces.

NUTRTIVAS
Son aquellas que en su composición contienen ingredientes activos lipídicos, de manera que equilibran las carencias grasas de la piel. Su riqueza se mide en función de los aportes vitamínicos y minerales. Cuánta más cantidad aporten, las pieles ajadas se asegurarán una nutrición más profunda.
Para quién: Los cutis desvitalizados, asfixiados, desnutridos y envejecidos, son los que mejor se benefician de las propiedades nutritivas. También se recomiendan, tras períodos de convalecencia o durante el post-parto.
Una sugerencia: El uso de una manscarilla hidratante no excluye la aplicación de una nutritiva. Una piel seca debe nutrirse porque necesita lípidos o grasa, pero también requiere hidratación, ya que le falta agua y humedad.

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TENSORAS
Se trata de unas mascarillas de nueva generación que tienen un efecto lifting sobre los tejidos cutáneos faciales. Su efecto inmediato, las convierte en el cosmético ideal para utilizar cuando urge  un cutis terso al momento. Se aplica justo antes de los cosméticos nocturnos habituales.
Para quién: Solo se aconseja en cutis a partir de los 35 o 40 años. Su acción tensora actúa sobre las capas profundas celulares, borrando las diminutas líneas de expresión del rostro y alisando la superficie facial.
Un consejo: Es ideal en tratamientos de choque que persigan la remodelación de la flacidez del contorno del óvalo facial. Se aconseja aplicar esta mascarilla de 2 a 3 veces por semana, durante un mes.