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Moana: la nueva princesa de Disney que rompe con todos los esquemas

Publicado 6 Feb 2017 – 03:30 PM EST | Actualizado 26 Mar 2018 – 10:34 AM EDT
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Como toda chica alguna vez vi una película de princesas de Disney, me enamoré de su historia, admiré su belleza y me entristecí cada vez que algún villano le hacía daño. Pero con el paso del tiempo, noté que Disney nos vendía un estereotipo de princesa que no tenía nada que ver con lo que aspiraba ser.

Cada una de las hermosas princesas estaba indefensa frente al mal que la acechaba, pero siempre un valiente príncipe llegaba para rescatarla y darle su “felices por siempre”. Ni Jazmín, ni Ariel, ni Blancanieves, ni Cenicienta eran capaces de sortear las dificultades de la vida o solucionar sus problemas. Su independencia era prácticamente nula y dependían de un hombre para subsistir.

Disney intentó cambiar ciertos aspectos de las historias de las princesas pero la línea siempre era la misma: una delgada y hermosa mujer que estaba en aprietos y que necesitaba de un hombre para vencer al villano de la historia.

Todo cambió cuando llegó Moana

Moana es la última princesa de Disney, es una indígena que vive en una isla de la Polinesia. Su familia es la que gobierna la isla y ella es la próxima predecesora. Sin embargo, su curiosidad la lleva a ser la elegida por el océano para salvar al mundo de la destrucción.

Moana es elegida por su personalidad aventurera, por su curiosidad y por su capacidad de gobernar a su pueblo. Es una princesa independiente, con grandes responsabilidades y con una admirable autoconfianza. De hecho, se aventura sola a las adversidades del océano y logra sus cometidos.

La controversia del sobrepeso

Moana es una hermosa joven indígena que para la sorpresa de muchos de nosotros no tiene el cuerpo “típico” de las princesas de Disney, sino que su cuerpo se acerca más a la realidad de las chicas de esa edad.

Este es otro salto para la historia de las princesas que siempre fueron delgadas y perfectas. Por primera vez, Disney nos da un personaje femenino con un cuerpo estándar y con una inteligencia capaz de salvar al mundo.

Sin embargo, la historia de la nueva princesa no impactó de la misma forma en todos los espectadores y muchos comenzaron a quejarse por la fisionomía de los personajes.

Lo cierto es que muchas personas que viven en la Polinesia se quejaron porque los personajes eran un poco más “gordos de lo normal" y porque ciertas líneas de la historia no se parecían a los relatos originales.

¿Qué clase de princesas queremos?

Este tipo de controversias me hace pensar respecto a qué clase de princesas queremos que vean nuestros hijos, sobrinos, ahijados... ¿Qué clase de mensaje queremos transmitirles a las nuevas generaciones?

Quizás las críticas que rondan alrededor de Moana estén bien argumentadas, el hecho de no conocer la historia mítica Polinésica no me permite decirlo con certeza.

Lo que sí puedo afirmar es que quiero más princesas independientes, aventureras y que no necesiten de un hombre para triunfar. Quiero princesas con cuerpos reales para que todas las chicas puedan identificarse con ellas.

Educar para generar más igualdad es crucial para terminar con la violencia de género: quizás terminando con los estereotipos clásicos de “las princesas en apuros” podamos enseñarles a los niños que no son el género dominante y a las niñas que son capaces de lograr lo que se propongan…

¿Tú qué crees?

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