El envejecimiento es parte del ciclo de la vida: no podemos evitarlo, ni ir contra él. Sin embargo, así como hay formas de mantenerse saludable y joven, también hay malos hábitos que aceleran el paso del tiempo en nuestra apariencia. Conoce cuáles son y evítalos para que tu piel y tu organismo se mantengan mucho más jóvenes y sanos. ¡Nunca es tarde para empezar!
Los hábitos que aceleran el envejecimiento

El estrés. ¡El estrés es un gran enemigo de la salud y belleza! Está comprobado que las situaciones de estrés reducen la capacidad de protección de nuestro organismo frente a enfermedades e infecciones, acelera el envejecimiento de las células de la piel y tensa los músculos del rostro provocando arrugas y líneas de expresión. Por si fuera poco, nos trae dolores de cabeza, cansancio, pérdida o aumento de peso repentinos, ojeras, presión arterial alta, etc. ¿Demasiado preocupada por el estudio o el trabajo? ¿Ansiosa por tu situación amorosa? Pues, entonces cierra los ojos y relájate con una respiración profunda, practica yoga, haz ejercicio para librarte del estrés.
El alcohol y el cigarrillo. Si quieres cuidar tu apariencia (y, obviamente, tu salud), debes limitar la cantidad de copas que consumes cuando sales de fiesta. El alcohol dilata los vasos sanguíneos, lo que favorece la flacidez y la arrugas. Además, como deshidrata al organismo, la piel se ve menos atractiva, y pueden aparecer erupciones, manchas y empeora el acné.
También debes dejar de fumar: el cigarrillo es perjudicial para tu organismo desde todo punto de vista. Le hace mal a tus pulmones, tu corazón y sistema cardiovascular, y también a tu piel: como disminuye la sangre y oxígeno hacia ella, pierde elasticidad y firmeza, se ve descolorida y áspera, y aparecen arrugas y líneas finas. Haciendo click aquí puedes leer más sobre los daños del cigarrillo a tu belleza.
Estilo de vida sedentario. Ya te hemos contado que el ejercicio nos ayuda a estar más bellas. Por lo tanto, por contraposición, llevar un estilo de vida sedentario no es bueno para tu organismo, ni para tu apariencia. Cuando no hacemos ejercicio disminuye la circulación sanguínea por el organismo, se pierde masa muscular, se aumenta de peso, y aparece la celulitis. No hace falta que te internes en el gimnasio: con caminar 30 minutos todos los días alcanza.
La excesiva exposición al sol. Estar bronceadas en verano queda lindo, pero al largo plazo es malo para tu piel. Exponerse al sol sin protección en las peores horas (11 de la mañana a 5 de la tarde) aumenta el riesgo de cáncer de piel, acelera la aparición de manchas, arrugas, flacidez y líneas finas en el rostro.









