Usamos estas palabras todos los días pero, ¿las conocemos realmente?
Lo lindo y lo feo: ¿alguna vez te pusiste a pensar cómo cambiaron esos términos?

La belleza depende del punto de vista de quien la mire, pues puede ocurrir que lo que para una persona es lindo, para otra es desagradable.
Pero más allá de este componenente subjetivo, la belleza se ha manifestado en modas que han ido cambiado con el correr del tiempo. Y hoy queremos contarte un poco más sobre ellas.
¿Nos acompañas en este viaje a través del tiempo y del espacio?
La metamorfosis de la belleza femenina

El ideal de belleza femenina no siempre fue el mismo. En el antiguo Egipto, por ejemplo, la mujer perfecta tenía que ser esbelta, de hombros estrechos, cintura remarcada y su rostro debía ser simétrica.
En cambio, en la antigua Grecia, la mujer era considerada una versión desfigurada del hombre -sí, no te preocupes que yo también me quedé con la boca abierta cuando lo leí-. Lo que se consideraba bello entre los griegos, para lo egipcios hubiera sido signo de fealdad, pues gustaban de mujeres con cuerpo obeso y la piel muy clara.
Y, ¿qué hay de China? En la dinastía Han, durante el 206 AC, el ideal de belleza vuelve a cambiar y lo que se buscaba era que la mujer tuviera la cintura delgada, los ojos grandes, sus pies pequeños y la piel pálida.
Para que veas que la historia gira como una rueda, déjame decirte que cientos de años despues, durante el Renacimiento italiano (1400 y 1700) y en la época victoriana (1837-1900) lo bello vuelve a ser similar a lo que los griegos consideraban como hermoso: mujeres de pechos amplios, con caderas y estómagos prominentes y piel extremadamente blanca. La única diferencia es que en la última etapa, las mujeres usaban corsets ajustadísimos para remarcar la cintura.
Durante el siglo XX, el significado de belleza y fealdad entró en una vorágine que cambiaba con el transcurso de las décadas. No era raro que durante unos años, se considerara bella a las mujeres con pecho plano y cintura pequeña y que a la década siguiente esta concepción cambiara y el ideal de hermosura fueran las muchachas extremadamente delgadas. Tan es así que ya entrados en los años 60 se consideraba hermosa la silueta de una muchacha sin curvas, cosa que hoy sería considerado algo no muy agraciado debido a la concepción de lo lindo y lo feo que tenemos en la actualidad con cuerpos de curvas bien pronunciadas, piel saludable y estómago plano.
Conclusiones

Como verás, el concepto de belleza y fealdad es relativo, y no solo depende de la época, sino -como decíamos al comienzo- también a la persona que mira. Ya lo dice el dicho: "la belleza está en la mirada de quien ve".
Por eso, lo más importante a la hora de tomar decisiones respecto a tu apariencia es que tú te sientas cómoda. ¡Tu opinión es la más fundamental!, la de los demás cambiará como el viento.









