Las 7 etapas emocionales que padecemos al hacernos un corte de pelo

¡Todas pasamos por esto alguna vez!

Te cuento mi situación: un día me decidí a hacer un cambio radical en mi peinado y esto me trajo una serie de emociones encontradas.

El tema es que con el paso de los minutos descubrí que todas las mujeres (sí, todas) pasamos por diferentes etapas emocionales que son siempre similares.

Entonces, ¿qué te parece si las recordamos y nos divertimos un poco?

#1 Valentía y decisión

Aspirar profundo y exclamar “¡Voy a hacerlo!” es el primer paso para lograr un cambio radical en el pelo. Creo que todas las mujeres lo sentimos por igual y que una vez que nos decidimos, no hay nada ni nadie que nos pueda hacer cambiar de idea. 

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#2 Entusiasmo

Una vez que ya pensamos en hacernos el corte de cabello, ¡nos invade un gran entusiasmo! No podemos evitar el deseo de nuestro más íntimo ser de ir ya mismo a la peluquería.

#3 Dudas

¿Qué corte me hago? ¿Me cambio el color de cabello? Siempre nos surgen las mismas dudas antes de ir al peluquero... ¡Es imposible no pensar en eso!

#4 Pánico

Esto sucede una vez que el peluquero dio el primer tijeretazo. Ya no hay vuelta atrás y todo lo que pase de aquí en más queda en manos de nuestro estilista... ¿Miedo yo? ¡Siiii!

#5 Concentración

Tratar de mantener la calma es una de las cosas más difíciles por las que tenemos que pasar cuando vamos a la peluquería a cortarnos el cabello. Para eso, es necesaria la concentración que es imposible de lograr... sobre todo por los cotilleos y noticias que se escuchan por ahí. 

#6 Te sientes bien

Cuando terminas con todo lo que el peluquero le hizo a tu cabello y queda como siempre quisiste, un sentimiento de alegría y satisfacción te invade.

#7 Decepción

Por el contrario, cuando tu corte no es el que esparabas, te invade una gran decepción que muchas veces se ve bañada por un instinto asesino que hará que desees matar a todos tus semejantes. En ese momento, ¡ay del hombre, mujer o niño que se atraviese en tu camino! Mejor que se alejen de tu vista.

Seguro que ahora piensas: “Esto es exactamente lo que me pasa siempre a mí”. Ahora ya lo sabes: ¡a todas nos ocurren estos cambios de estados de ánimo cuando vamos a la peluquería! 

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