Lifestyle

Frances McDormand, la ganadora del Oscar que no usa maquillaje por una increíble razón

Las actrices de Hollywood no parecen mujeres del mundo real. Se presentan a las ceremonias de premiaciones con vestidos lujosos y maquilladas a la perfección. Siempre se ven perfectas, como recién salidas de una sesión fotográfica de Vogue. Hay una regla implícita en el mundo del espectáculo: las mujeres no deben envejecer. 

PUBLICIDAD

Las marcas de los años se tapan con maquillaje, botox, lo que haya, pero hay una mujer que se rebeló al statu quo:  Frances McDormand. La artista ganó su segundo oscar a mejor actriz gracias a su papel en  Tres anuncios por un crimen, pero no es una estrella corriente. Lo dejó claro en su poderoso discurso, ella es una renegada que se niega a seguir las reglas de Hollywood y una feminista que usó su momento de victoria para elevar a todas las mujeres que trabajan en la industria. 

Es tan fiel a sus ideales que nunca se maquilla para las ceremonias por una inspiradora razón: quiere ser auténtica.

A cara lavada

Imagen GettyImages

«Estamos en alerta roja cuando se trata de cómo nos percibimos a nosotros mismos», explicó en una entrevista con el  New York Times, «no hay deseo de ser un adulto. Ser un adulto no es una meta. No es visto como un regalo. Algo sucedió a nivel cultural: nadie debe superar los 45 años, en la moda, lo cosmético y en la actitud. Todos se tiñen el cabello, todos están preocupados por tener un rostro suave».

Frances, con la irreverencia que la identifica, habló de algo que nos afecta a todas: el  edadismo (o  ageism, en inglés), esa fobia a la vejez que tantas mujeres tienen. Para ella, envejecer no es algo malo, sino todo lo contrario y por eso, ella se muestra tal como es en la alfombra roja.

«Siento que necesito representar públicamente lo que elegí representar en privado — una mujer  orgullosa y más poderosa que cuando era joven. Y creo que llevo ese orgullo y poder en mi rostro y en mi cuerpo», agregó en otra entrevista con  NPR. «Quiero ser un ejemplo a seguir para hombres y mujeres jóvenes — y no solo en mi profesión (...) Creo que los procedimientos cosméticos en mi profesión son un riesgo laboral. Estoy interesada en comenzar la conversación sobre cómo envejecer con gracia (...) Creo que el edadismo es una enfermedad cultural; no una personal».

PUBLICIDAD

Inspiración real

Imagen GettyImages

La adultez no es algo vergonzante, es señal de que has vivido mucho y eres sabio, al menos así es como lo ve McDormand. «[Es una señal] de que eres alguien que, debajo de todo ese cabello blanco, tienes mucha información valiosa», explicó. 

La manera en la que la actriz ve las marcas de los años es muy saludable e inspiradora. Cada línea en su rostro es una lección aprendida y una experiencia de vida. No son defectos, son razones para celebrar. Podemos aprender mucho de una mujer que ha dedicado su carrera a destruir los estereotipos, incluso con su último papel en Tres anuncios por un crimen.

En la industria del cine es toda una rareza que una mujer de 60 años sea la protagonista de una de las películas favoritas del año. Los personajes que encarna son mujeres atípicas, complejas, lejos de los estándares de Hollywood, igual que ella.