El sobrepeso es uno de los problemas más comunes hoy en día. La vida sedentaria, la comida chatarra y la cantidad de horas de trabajo: estos factores (entre muchos otros) se transforman en un combo explosivo.
Esta mujer bajó 31 kilos pero no quiso quitarse el exceso de piel: el motivo es grandioso

Quienes sufrimos de sobrepeso soñamos con poder hacer ese cambio radical en nuestras vidas y lograr bajar aquellos kilos que tanto nos atormentan...
La meta no es "ser delgado"
Si bien el peso está ligado a la salud, muchas personas olvidan esta parte y lo relacionan directamente a lo estético. Es desde este lugar que sufren sus complejos.
Lo cierto es que no todos los cuerpos son iguales ni deberían serlo; eso significa que los estereotipos que dicta el mundo de la estética no siempre son los modelos que deberíamos seguir.
Disfrutar de un peso saludable está ligado a tu complexión física, a tu genética y, por sobre todo, a tus hábitos. Por tanto, si quieres mejorar tu calidad de vida debes cambiar tus hábitos alimenticios y ejercitarte, pero en su justa medida y siempre pensando en tu bienestar. La meta no tiene que ser la delgadez, sino la salud.
La historia de Jennifer
En 2007 Jennifer decidió que era momento de cambiar su vida, así que dejó atrás una vida sedentaria y de mal comer para convertirse en una persona saludable.
Como resultado Jennifer bajó casi 31 kilos y recuperó la confianza y el amor propio que no sentía hace años. Perder peso significó dejar de ser el objeto de las burlas de las personas en la calle, dejar de avergonzarse cuando iba de compras y lo mejor de todo: sortear las potenciales enfermedades que podía desarrollar por su obesidad.
El hecho de bajar de peso también dejó rastros en su cuerpo, como por ejemplo el excedente de piel en su abdomen, brazos y piernas.
La operación que podría ayudarla
Como ya sabemos, las personas que tuvieron sobrepeso durante gran parte de su vida y adelgazan generalmente quedan con un “delantal” de piel debido a que su piel estuvo estirada durante mucho tiempo.
Sin embargo, Jennifer optó por NO operarse. ¿El motivo? La piel que “sobra” de su cuerpo la acompañó en los momentos más tristes de su vida, así como también en los más felices. Ese excedente es parte de su ser.
A Jennifer no la define su peso, si la define su lucha, su tenacidad y su esfuerzo por encontrar su equilibrio.
El camino por el amor propio es muy difícil, a veces agotador y desmotivante, pero los resultados nos fortalecen, nos convierten en personas enteras, dispuestas a darle al mundo una lección sobre la felicidad y esfuerzo.
Al igual que la piel de Jennifer, tus rollitos, la curva de tu nariz, la forma de tu pelo, el grosor de tus labios o el ancho de tus caderas son una parte de ti, de tu esencia. No quieras cambiarte o transformarte en algo que no eres.







