El cuerpo es sin duda el arma de seducción femenino más natural que existe. Piel radiante y sana y curvas que enloquecen a cualquiera sumados a los detalles de la moda son la ecuación perfecta para enamorar. Pero si a eso le sumamos detalles con encanto como los tatuajes o piercings, mucho mejor aún.
Decorar la piel con piercings y tatuajes (Parte 2)

Estas formas de decorar la piel se han convertido en moneda corriente entre jóvenes de todo el mundo. Ya pasaron de ser una moda para convertirse en algo instalado en nuestra sociedad, pero lo cierto es que hay cosas acerca de ellos que no puedes dejar de saber si planeas someter tu piel a ellos.
La semana pasada te contamos sobre los tatuajes y esta vez, le llega el turno a los piercings. Inspirados en ancestrales rituales tribales, los piercings son lo más vanguardista para los occidentales urbanos. Define cierto espíritu transgresor, recuperado de la moda post-punk de los años 70.

En la oreja, la lengua, el labio inferior, la ceja y la nariz es donde más se ponen pero esto no es regla obligatoria. Muchos hombres optan por el pezón, quizás impulsados por las estrellas de rock, y la mayoría de las mujeres, incluyéndome, optan por colocar los piercings en sus ombligos. Pero hay otras zonas del cuerpo que muchos han sometido a ellos.
En los genitales se infectan fácilmente y pueden producir hemorragias y una disminución de la sensibilidad de esta zona. Y este no es un detalle menor ya que seguramente muchas veces han escuchado a que quien se lo ha hecho que incrementa el placer a la hora de las relaciones sexuales. Claramente, resulta una zona muy delicada.
Su proceso es simple. Una aguja hueca por la que se desliza una pieza quirúrgica de acero taladra el tejido. La joya (de titanio, plata u oro) se instala de inmediato. El dolor varía según la región y la pericia del experto, ya que se hace sin anestesia en la mayoría de los casos. Siempre recuerda, sin importar la zona en donde quieres el piercing, acudir a un profesional para eludir infecciones.
No conviene hacerse piercings en los meses más caluroso del año, esto también corre a la hora de tatuarse. El proceso de cicatrización dura de 4 a 12 semanas, en las que se deberá desinfectar la herida a menudo y evitar el alcohol y el maquillaje. El agujero cicatriza por sí solo si se extrae la pieza, haciendo que en 2 o 3 años no quede ni rastro.
Ahora que sabes más sobre los piercings no tienes que tener miedo de hacerte uno.









