Por fin las chicas estamos entrando en razón y amando cada vez más nuestros cuerpos sin importar sus tamaños. Después de tanta lucha contra los estereotipos, siento que por fin estamos aceptando que la belleza no se funda en una talla, y que está bien si somos más delgadas o más curvilíneas que el promedio, siempre que nos sintamos saludables y felices.
9 motivos por los que no cambiaría mis curvas por nada (¡salvo por un buen plato de papas fritas!)

¡Sigamos rompiendo estereotipos! Para que pasemos un buen rato, ¡quiero compartir contigo las razones por las que me siento tan orgullosa de mis curvas! Porque, sí, la risa es salud.
#1 No quiero que la industria de la dieta haga dinero conmigo

La delgadez es un buen pretexto de publicidad. Hay cada vez más lugares que prometen ayudarte a adelgazar, pero son extremadamente costosos.
Entonces, ¿por qué no mejor invertir ese dinero en otras cosas? Por ejemplo en… pizza.
#2 ¿Verduras?

Sí, pero que sean fritas por favor. ¿Ensaladas? Mmm, pueden no ser tan malas, pero vamos a la realidad. ¿Las prefieres antes que un plato de papas fritas?
#3 No quiero que mi estómago se enoje

Mi perro gruñe cada vez que le quieren quitar su comida. ¿Te queda alguna duda de qué es ese ruido que emite tu estómago cuando lo sometes a dietas para adelgazar? Está clarísimo. Solo está intentando demostrarte su enojo por la falta de alimentos. Querido estómago, prometo no volver a hacerte daño.
#4 Me gusta ser un misterio de la ciencia

¿Por qué mi hermano consume lo mismo y aún así no engorda? Esto es algo puramente científico. Simplemente la vida quiere que la ciencia pueda analizarme ;)
#5 El invierno sigue siendo mi amigo
Y cuando todos sufren por los fríos de invierno llego yo con mi poco abrigo. Sí, poco abrigo. No necesito de grandes tapados de piel ni mucho menos.
Tengo una capa extra de grasita que abriga por completo mi cuerpo. Deberías probarla :P
#6 El gimnasio me hace llorar

¿Ir a un lugar para sudar como una desgraciada? Mmm, no: definitivamente no está en mi lista de prioridades.
#7 Mi peso no define si soy saludable
Y mi peso tampoco define si soy o no una persona saludable. De hecho, me realizo exámenes de sangre de chequeo cada poco tiempo y ellos siempre dan un buen resultado.
Mi salud está excelente. Mis niveles de colesterol son óptimos y mi presión arterial es un lujo. ¿Necesito alguna otra razón para seguir así? Claro que no. Voy por el buen camino.
#8 La belleza viene en todos los tamaños

La belleza está en la actitud y me siento una mujer que la posee. No importa mi tamaño, la ropa me queda muy linda también.
Es más, estoy segura de que mis curvas seducen a muchos más hombres. Puedo decir que me siento muy sexy ;)
#9 Me siento cómoda siendo como soy

Y de verdad así lo siento. Sí, puedo tener mis momentos de flaquezas en los que me gustaría cambiar mi cuerpo por completo. Algunas prendas solo vienen en talles muy chicas y me encantaría tenerlas, pero, estoy bien.
Mis curvas me han acompañado casi toda mi vida y estoy orgullosa de ellas. Mi talla jamás definirá quién soy ni mucho menos mi forma de ver la vida. Así como soy me considero una persona genial y es lo que de verdad importa en la actualidad en un mundo lleno de tanta falsedad.
¿Qué me dices de ti? ¿También te enorgullecen tus curvitas? Recuerda que siempre debes constatar que tu salud esté en óptimas condiciones. Si nuestras curvas interfieren con nuestro bienestar físico será mejor concurrir a un médico.







