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¿Tienes un gato triste? Conoce todo sobre la depresión felina

No sólo las personas pueden deprimirse, ¿lo sabías? Si tu gato está triste y ha cambiado su comportamiento puede estar sufriendo de depresión felina. Conozcamos juntas todos sus aspectos para así poder ayudar a tu minino.

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¿Cuáles son los signos de un gato deprimido?

Un gato deprimido parece triste y abatido. Suele dejar de maullar tanto como lo hacía hasta ahora, dejar de saludarte cuando llegas, perder el apetito, manifestar cambios de personalidad o agresión, no tener ganas de jugar y permanecer escondido durante largas horas. También es normal que el gato deprimido presente falta de aseo, cambios en el uso de la caja de arena y más horas de sueño.

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¿Qué produce la depresión felina?

Cualquier cambio en la vida y rutina de tu gato puede haber causado la aparición de su gran tristeza o depresión. Ejemplos para que entiendas pueden ser: la muerte de un familiar o alguna mascota de la casa, una mudanza, el nacimiento de un bebé, entre otros. Pero no sólo pueden sufrir depresión por grandes cambios en casa, sino que también una vida aburrida y sin estímulos lo pueden entristecer.

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Imagen Thinkstock

¿Qué hacer si tu gato demuestra signos de depresión?

Lo primero que tienes que hacer, como siempre lo recomendamos aquí en Hogar Total, es visitar al veterinario y contarle los cambios de comportamiento que está demostrando tu gato. El profesional va a descartar que esté sufriendo de algún problema de salud. Si el veterinario diagnostica depresión conductual, podrá recetar antidepresivos, sumados a algunas técnicas de modificación de conducta.

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¿Cómo ayudarlo en casa?

Lo esencial es prestarle atención, y no olvidarlo y creerlo un mueble más de casa. Tu minino necesita interacción contigo, más juegos y un ambiente que lo estimule todo el tiempo. Los gatos no son aburridos ni tristes, por lo tanto, necesitan disfrutar de la vida al igual que otras mascotas.

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Coloca árboles de gato, rascadores, accesos a las ventanas para mirar para afuera, comederos de pájaros en el exterior y compra muchos juguetes para pasar divertidos momentos con tu amigo peludo.

Un gato triste puede modificar la conducta y volver a ser vivaz y feliz, sólo necesita una dueña que le preste atención y sepa “leer” sus pedidos de ayuda.