Las plantas carnívoras despiertan fascinación y algo de intriga. Después de todo, ¿cómo es que una planta se come algo? ¡Parece fantasía! Pero es pura realidad, y tú puedes incluirlas en tu jardín. ¿Te animas? Aquí te cuento todo lo que necesitas saber sobre el tema.
¿Te animas a tener una planta carnívora en tu jardín?

¿Qué son las plantas carnívoras?
Las plantas carnívoras son iguales a las demás, pero tienen algo extra. No sólo realizan la fotosíntesis para producir su propio alimento sino que necesitan algo más para completar su nutrición, sobrevivir con otras plantas y desarrollarse en lugares en los que escasean los nutrientes.
El funcionamiento es más o menos así: Atraen, capturan, digieren y absorben, de las formas más extrañas pero si lo piensas bien, lógicas.
Con sus colores y formas maravillosas atraen insectos que capturan con pelos pegajosos, hojas viscosas o perfectas imitaciones de dientes. Luego las enzimas actúan para descomponer al desprevenido insecto y la planta termina por alimentarse de él para volver a empezar con el ciclo.

La planta carnívora más famosa
Sin dudas es la Venus Atrapamoscas (Dionaea muscipula), que con sus colores que actúan atrayendo despistados, espinas dorsales que parecen espeluznantes colmillos y movimientos en fracciones de segundos en reacción a los insectos que las visitan, se han convertido en las más fascinantes y raras del mundo.
Pero, ¿se puede tener una planta carnívora en casa? ¿Qué necesitan para crecer?

Una planta carnívora en casa
Si alguna vez escuchaste que alguien tuvo una y no le duró mucho es algo común, porque no todos tienen en cuenta las necesidades de estas plantas al momento de adquirirlas.
Algunas plantas carnívoras no son para interior, sino que requieren de un medio ácido y pleno sol para desarrollarse, con humedad elevada y cierta supervisión. Este es el caso de la Venus Atrapamoscas. Otras, provenientes de zonas tropicales, deben permanecer en el interior, al pie de una ventana en donde reciban al menos 2 horas de luz solar.
Una necesidad de todas y cada una de ellas es el riego constante. Para que nunca les falte agua, deberás colocar las de interior en una maceta sobre un plato que siempre tenga agua. A las de exterior tendrás que regarlas regularmente para mantener su suelo extra húmedo. Asegúrate de regarlas con agua de lluvia o destilada. Los minerales, las sales, los fertilizantes y los productos químicos dañan este tipo de plantas.
Al momento de comprar tu planta, consulta sobre las condiciones especiales del sustrato que necesita, porque cada una requiere algo diferente.
En sí, el cuidado de una planta carnívora no es nada raro ni difícil. Sólo es algo distinto que debes conocer para disfrutarla y maravillarte con sus características durante años.
¿Te animas a una planta carnívora?






