Si los zapatos no son lo tuyo, amarás estas 6 razones para estar descalza en casa

Quitarse el calzado al ingresar a casa y permanecer descalzos en ella es una costumbre utilizada en muchos países y un tanto desconocida en otros.

Si estás pensando en imponer la regla “prohibido los zapatos en casa” será mejor que conozcas las razones que te apoyarán en esta decisión, para convencerte de una vez por todas de que es lo mejor para tu hogar.

1. Los zapatos, con el tiempo, arruinan el piso

El calzado duro y los tacones son altamente abrasivos para el piso, al igual que la fina arenilla que se incrusta en la suela de cualquier tipo de zapato. Si quieres cuidar tus pisos de madera o tus alfombras, será mejor que empieces a circular por la casa en calcetines o pantuflas.

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2. Con los zapatos entran toxinas contaminantes a casa

Está comprobado que los productos químicos que se utilizan en en césped o el alquitrán del asfalto se rastrean fácilmente dentro de la casa porque ingresan con el calzado. Lo puedes remediar con solo dejar los zapatos en la entrada de casa.

3. ¡Basta de suciedad!

Y si hay algo que traen los zapatos de afuera es suciedad. Barro, tierra, arena, y hasta excreciones quedarán al margen de la casa si impones la regla de no utilizar calzado dentro de casa. ¡Solo se permiten las pantuflas!

Recuerda colocar felpudos dentro y fuera de casa para atrapar la suciedad y no permitir que la entrada de casa sea un lío de zapatos y mugre.

4. ¡Fuera bacterias!

Como te podrás imaginar, las bacterias también viajan en la suela de tus zapatos y llegan a casa, porque en el trayecto pisas zonas contaminadas con materia fecal, orina de animales y hasta de baños públicos.

5. Menos desorden

Si todos los integrantes de la familia se acostumbran a quitar los zapatos en la entrada y dejarlos en el lugar asignado, no encontrarás calzado desordenado por toda la casa, en especial debajo de las camas. 

A su vez,esto es ideal para mantener a tus preciosos zapatos lejos de los colmillos de tu cachorro.

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6. Ayuda a tus pies

Si bien es necesario llevar calzado durante el día para que tus pies caminen bien y tus arcos se mantengan firmes, también es bueno liberar a tus pies del encierro.

Caminar descalza (o en calcetines) fortalece los pies y, además, ¡es bien cómodo! Luego de un estresante día de trabajo, no hay nada mejor que quitarte los zapatos, ¿verdad?

Seguramente, con todas estas razones, ya estás convencida de que la regla “fuera zapatos de casa” es para ti. ¿Ya practicas esta costumbre? ¡Cuéntanos más!