Hay materiales que son altamente contaminantes pero, a la vez, fáciles de reciclar. Aquí te presentamos los 8 artículos más importantes para reciclar, para que no tengas dudas y te decidas por fin a colaborar en un acción tan simple desde casa.
Los 8 materiales más importantes para reciclar: separar la basura nunca fue tan fácil
Por:Univision
También te daremos algunos tips que facilitarán tu entrada al mundo del reciclaje, así como información que todos debemos saber sobre su importancia y cómo podemos cuidar más y mejor al planeta. Comencemos por conocer la definición exacta de qué es el reciclaje, porque existe un malentendido sobre su significado.
¿Qué es reciclar y por qué es importante hacerlo?
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Es común que en el día a día utilicemos la palabra "reciclar" como un sinónimo de "reutilizar", incluso aunque no nos demos cuenta. Aunque las recomendaciones de cómo aprovechar las latas vacías para guardar cosas pequeñas en tu casa son maravillosas, lo que se hace con estas ideas es reutilizar, no reciclar.
Mientras que "reutilizar" implica darle un segundo uso a un objeto, el reciclaje es la recolección de materiales que pueden ser re-procesados para volver a convertirse en bienes útiles. Como cuando se elabora papel nuevo a partir de hojas usadas. En cambio, reutilizar esas hojas implicaría acciones como escribir por ambos lados. Por eso es que las personas fuera de esta industria por lo general participamos sólo en las primeras y últimas etapas del reciclaje: al separar la basura y al comprar productos reciclables y reciclados.
De acuerdo con el Banco Mundial, en 2016 las ciudades del mundo generaron 2.01 mil millones de toneladas de desechos sólidos. Y se espera que esta cifra no deje de crecer a menos que la sociedad tome medidas inmediatas. Se estima que para el 2050 esta cantidad llegará a los 3.40 mil millones de toneladas anuales. Esta acumulación ocasiona otros problemas graves para todos los seres vivos. En los países en vías de desarrollo, el 90 % de la basura simplemente se deja a cielo abierto. Lo cual empeora el calentamiento global, se convierte en un foco de enfermedades y aumenta el riesgo de accidentes en las comunidades que viven cerca de los vertederos.
A continuación, te presentamos cuáles son los materiales que puedes separar desde tu casa y que facilitarán el trabajo de quienes recolectan la basura y la procesan. Imagina que esas personas tuvieran que clasificar todos los desechos que llegan a los vertederos, ¡sería una tarea imposible! Por eso todos debemos ayudar.
Materiales que se pueden reciclar
#1 Aluminio
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El aluminio es 100 % reciclable y se puede reciclar una y otra vez sin perder sus cualidades. Además, con la energía que se gasta en fabricar una lata nueva, se pueden reciclar 20 latas. Interesante, ¿verdad? Por eso, ayuda al planeta reciclando cada lata que debas desechar en tu hogar. Para que ocupen menos espacio en tus botes, no olvides aplastarlas.
#2 Papel
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Se dice que aproximadamente el 30 % de la basura corresponde al papel, por lo tanto, es buena idea bajar ese porcentaje reciclando este material que abunda en casa. Es abrumador pensar en la cantidad de árboles que se talan para producir tanto papel nuevo. Además de darles una segunda vida, también es recomendable comprar hojas recicladas y preferir los archivos digitales sobre los impresos.
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#3 Botellas plásticas PET
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Casi el 80 % de estas botellas termina en los vertederos, lo cual es triste porque es un material súper fácil de reciclar y que si no lo haces, no se degrada. 270 millones de toneladas de plástico fueron producidas en el mundo en 2015 y, aunque suena increíble, la cantidad de plástico desechado en ese mismo año fue de 275 millones. Esto se debe a que el material no se degrada de forma natural, por lo que se acumula mientras más plástico se sigue produciendo. A una botella le toma un aproximado de 450 años para desaparecer, por lo que tiene todo el sentido del mundo que optemos por reciclarla a sólo tirarla.
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#4 Botellas plásticas HDPE
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Son los envases de polietileno de alta densidad, material de las botellas de detergente, lavandina (o lejía), champú, entre otras. Estamos acostumbrados a poner para reciclar las de gaseosa o agua, ¡pero estas también se reciclan! Como estos productos los utilizamos durante un tiempo mayor que las botellas de plástico a veces se nos olvida que también se acumularán como basura.
#5 Acero
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Reciclar este metal requiere 60 % menos de energía que producirlo nuevo, sin olvidar que volver a utilizar el que ya existe impide la extracción de toneladas de minerales. La minería es otra actividad humana que impacta al medio ambiente de forma negativa porque contamina el agua, acelera los procesos de erosión del suelo y provoca pérdida de biodiversidad.
#6 Vidrio
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El vidrio reciclado ahorra el 50 % de energía en comparación con el vidrio virgen, y reciclar tan solo un envase de vidrio ahorra la suficiente energía como para iluminar con una bombilla de 100 vatios durante 4 horas. ¡Sorprendente! El vidrio también es un material muy noble a la hora de reutilizar, ya que es fácil de lavar, no se mancha y su transparencia es ideal para organizar tu casa y saber en dónde están guardadas tus pertenencias. Si compras alimentos al granel, puedes almacenarlos en los mismos frascos de otros ingredientes que ya te acabaste.
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#7 Cartón corrugado
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El cartón corrugado u ondulado se produce por toneladas y abunda más que nada en sectores comerciales en donde sirve para embalaje. Cada tonelada de cartón corrugado reciclado ahorra más de 3.3 metros cúbicos de espacios en los vertederos.
#8 Computadoras
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Año con año, el volumen total de este tipo de desperdicios crece. Se calcula que la vida útil de una computadora es de 5 años, por lo tanto, algo hay que hacer cuando ya no cumple con tus requisitos. Regalarla a un familiar que la pueda utilizar o a una entidad sin fines de lucro sería una buena primera opción para que se pueda reutilizar, de lo contrario, lo correcto es enviarla a un centro de reciclaje en donde pueda ser desmantelada. Sus baterías son tóxicas, por lo que no deben ser descartadas sin seguir la regulación correspondiente.
Esperamos que estos simples datos acerca de cada material hayan creado conciencia en ti sobre lo importante que es el reciclaje. ¿Qué otro material consideras importante reciclar? ¡Cuéntanos!
Tips para reciclar
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- Analiza tu basura
Antes de sacar la basura de tu casa, observa de dónde proviene la gran mayoría de ella y los materiales que la componen. ¿Son bolsas de plástico? ¿Latas? ¿Guardaban alimentos o cosméticos? Además de ayudarte a visualizar cuáles de tus hábitos generan un mayor deshecho, también te permitirán saber el tamaño de los botes que debes tener para separarlo.
- Utiliza botes de acuerdo a tus necesidades
Tal vez en tu hogar descartan mucho papel, pero nunca toman agua embotellada. En ese caso procura escoger botes de basura que sean congruentes con la cantidad de materiales que pondrás en ellos. Así evitarás tener un montón de recipientes voluminosos que te quitan espacio y que sólo tendrán adentro tres envolturas solitarias de galletas.
- Limpia los envases
Suena increíble, pero a veces algunos materiales no pueden reciclarse — incluso aunque hayan sido separados de manera correcta — porque están sucios. Un frasco de salsa boloñesa podría no ingresar al proceso de reciclaje porque los restos de comida podrían contaminar el aluminio. Por eso es buena idea enjuagarlos primero antes de tirarlos. Y si tienen etiquetas o partes de plástico, separa cada uno de sus componentes.
- Conoce la legislación de tu ciudad o país
Tal vez en casa tienes un sistema de separación de basura que te hace sentir orgulloso y responsable, pero si tus desechos se vuelven a mezclar después de ser recogidos, los esfuerzos no reflejarán resultados. Por ello es importante que todos los países tengan leyes que regulen la recolección y el tratamiento de la basura. Investiga cuáles son las que aplican en tu comunidad; si no existe ninguna legislación, debemos comunicarnos con los representantes locales del gobierno para exigir que se establezca.
La "R" que suele olvidarse
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En el kínder y en la primaria muchos de nosotros aprendimos la regla de "las tres R" para cuidar del medio ambiente. ¿La recuerdas? Se trata de reciclar, reutilizar y reducir. Las primeras dos palabras son las que suelen mantenerse en nuestra mente durante más tiempo. Por ello existen grandes campañas que nos invitan a depositar las botellas de PET en los contenedores asignados, o a emplear envases vacíos para guardar otros objetos distintos a los que contenía originalmente.
No es extraño que el término "reducir" se deje de lado, pero la realidad es que estamos en un punto en donde debería parecernos igual de importante que "reciclar". Míralo de esta forma: toma mucho menos tiempo crear un objeto que esperar a que éste se degrade, por lo que en un mundo ideal deberíamos emplear el 100 % de los deshechos para crear el 100 % de los bienes materiales. Pero como este camino no sucederá pronto ni con facilidad (si es que llegara a ocurrir), es importante comenzar a consumir menos.
Si cambias de celular cada año, piensa en la cantidad de teléfonos que tirarás a lo largo de tu vida. Cada bolsa de frituras que te acabas, terminará en la basura. Toda esa ropa que compramos porque está de moda, dejará de estarlo y sentiremos la necesidad de renovar nuestro guardarropa, sacar las prendas anteriores y repetiremos el ciclo. Para tener una menor cantidad de basura, primero debemos generar menos de ella. Cada que realices una compra pregúntate si en verdad debes hacerla. Así te asegurarás de adquirir productos que te hacen falta, que en verdad te harán feliz y que querrás tener a tu lado durante muchos años.
También es esencial saber que esta responsabilidad no recae sólo en los consumidores. Estamos de acuerdo en que muchos de nosotros no tendríamos problema de usar menos plástico... si las cosas que compramos no vinieran envueltas en capas y capas de él. (Además de que hay productos que es casi imposible conseguir sin empaque o a granel). Por ello las empresas deben hacerse cargo en primer lugar de ofrecer alternativas menos contaminantes o reciclables. Tiene mucho más sentido que una marca decida dejar de utilizar unicel en sus embalajes antes que enseñarle a millones de personas qué hacer con dicho material.
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