Jardinería: El viejo truco de remojar las semillas

¿Lo conocías? Dicen que remojar las semillas antes de la siembra es una técnica conocida alrededor del mundo y practicada por los expertos para lograr los mejores resultados. Veamos juntas de qué se trata.

10-formas-de-aprovechar-los-beneficios-para-la-salud-de-las-semillas-de-chia-7.jpg

1. ¿Para qué remojar las semillas?

Antes de sembrar, es conveniente remojar las semillas para acelerar el proceso de germinación.

Las mismas fueron diseñadas por la naturaleza para sobrevivir a las condiciones más extremas, por lo que tardan bastante una vez que las pones en la tierra para que germinen, pues deben encontrar las condiciones necesarias para brotar.

Cuando se las remoja, se rompen las defensas naturales de la semilla para que germine más rápido.

La semilla necesita cierto grado de humedad para poder desarrollarse. Con la lluvia el proceso puede tardar unos días, pero si las pones en agua, acelerarás la evolución.

Beneficios-de-las-semillas-de-calabaza-1.jpg

2. ¿Cómo se remojan las semillas?

¡Es muy fácil! Solo debes colocar agua caliente o tibia en un tazón, nunca hirviendo, y poner tus semillas dentro.

No te pierdas: Los mejores consejos para almacenar tus semillas del jardín

Beneficios-de-las-semillas-de-granada-1.jpg

3. ¿Durante cuánto tiempo deben estar en remojo?

El tiempo de remojo debe ser revisado, pues si te pasas corres el riesgo de que se descompongan. Lo ideal son 12 horas, y nunca más de 24 horas.

Algo que puedes hacer es ponerlas en remojo antes de la cena, y luego, cuando te levantas, sembrarlas.

Como-limpiar-botas-de-lluvia-1.jpg

4. ¡Cuidado con la lluvia!

No remojes las semillas si para el día posterior está pronosticado lluvia. Con el remojo ya le diste el agua suficiente para que germinen rápidamente, por lo tanto, la lluvia las dañará.
Lee también: Siembra tus propias plantas en 4 sencillos pasos

5. Especial para semillas grandes

Hay algunas semillas que tienen la cáscara muy grande y dura. Para ellas se recomienda que utilices el método de escarificación, con el que dañas la cubierta de la semilla de alguna manera para que el agua logre penetrar mejor durante el remojo. Puedes hacerlo de estas maneras: lijando con papel de lija, mellando la cubierta con un cuchillo o golpeando suavemente con un martillo.

Ya ves que remojar las semillas es un truco súper sencillo, que puede hacer que tus plantas crezcan más rápido. ¿Ya lo conocías? ¿Alguna vez remojaste las semillas antes de sembrar? ¡Cuéntanos!