¿Tu gato tiene una personalidad tímida y miedosa? Muchas pueden ser las causas, pero con paciencia y constancia podrás revertir la situación y tener un gato feliz.
¿Gatos tímidos o miedosos?

Causas de la timidez en los gatos
No todos los gatos son iguales. Algunos son más extrovertidos, otros no tanto, pero hay una pequeña fracción que no la pasa nada bien debido a sus miedos y timidez. Lo primero que debes descartar es una cuestión médica, por lo tanto, visitar al veterinario y contarle el problema es la mejor idea. Si el retraimiento no es por un trastorno físico, aquí te cuento cuáles son las causas más comunes:
Poca socialización
Si tu gatito fue separado de su mamá antes de los tres meses de vida, le ha faltado la socialización básica. Además, si lo apartas cada vez que viene gente a casa, no tendrá oportunidad de relacionarse con otros humanos.
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Cambios ambientales
Muchas veces el lindo gatito del refugio se convierte en todo un miedoso cuando lo adoptas y lo llevas a casa. Eso sucede porque los gatos son animales de costumbre, súper territoriales, y cuando algo cambia, hace que se retraigan y tiendan a esconderse y no confiar en los demás. Otros cambios ambientales pueden ser: fiestas ruidosas en casa, remodelación o construcciones, una nueva mascota, la llegada de un bebé, entre otras.
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Causas del miedo en los gatos
El miedo en tu gato puede provenir de situaciones pasadas como estas:
Malas experiencias con las personas
En tu casa tratas a tu gato con amor y paciencia, pero no sabes lo que ha vivido antes de llegar allí, a menos que haya nacido en tu hogar. El abuso y el maltrato a los animales deja secuelas difíciles de olvidar.
Otros animales abusadores
Tu gato también puede tenerle pánico a otros gatos o mascotas por experiencias anteriores.
Ruidos fuertes
Tormentas, música fuerte y fuegos artificiales pueden ser aterradores para tu gato.
Desastres naturales
Terremotos, huracanes, inundaciones o tornados no sólo afectan a los humanos, sino que pueden marcar de por vida a tu gato.
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¿Cómo ayudar a tu gato?
El consejo de oro para estos casos es no castigar su conducta miedosa y hacer que se sienta seguro. Cuando haya visitas en casa no dejes que se le acerquen ni lo atosiguen. Tu gato es el que debe avanzar. Provéele un sitio seguro y cómodo en donde estar, si es posible en donde vea a los invitados. Trata de que los humanos estén tranquilos y no hagan mucho bullicio.
Una buena idea es que le pongas comida a un par de metros de los invitados y que todos permanezcan calmos si el gatito se acerca.
De todos modos, lo mejor que puedes hacer por tu amigo peludo es socializarlo desde pequeño, dándole la oportunidad de interactuar con otras personas y animales en un espacio en el que se sienta seguro.





