El comportamiento predatorio en los perros es absolutamente normal, aunque a veces puede ser todo un peligro para ellos mismos y para su entorno. Encuentra aquí todo lo que necesitas saber.
¿Es tu perro un cazador nato?

¿Por qué hay perros que cazan?
En el pasado evolutivo de la especie, los perros eran depredadores. Si bien hay razas que hoy en día participan de cierta manera en alguna sección de la cacería, como encontrar, perseguir, acechar o avisar, no todas lo hacen en contextos de caza con humanos, sino que hay muchos que se dedican a cazar pequeños animales.
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Los perros son depredadores corredores, es decir, que persiguen a sus presas. El más mínimo movimiento o sonido puede despertar en ellos el instinto de cacería. Algunos, una vez que atrapan a su presa, la agitan un poco y luego pierden el interés. En cambio otros devoran al desafortunado trofeo.

¿Por qué puede ser peligroso que un perro salga de cacería?
Los perros demuestran su instinto de caza cada vez que corren una bicicleta, a un niño, las ruedas de un auto, etc., o con juegos como atrapar a la pelota. Cuando estos comportamientos no pasan a mayores, o sea, que la caza no se completa, no hay riesgo mayor que un ciclista enojado o un niño asustado.
Pero cuando el perro desarrolla el gusto por cazar animales domésticos como gatos o hamsters, o de la vida silvestre, como ardillas, ratas, serpientes, mapaches o zorrillos, entre otros, la historia cambia.
Un perro familiar no debería cazar y matar a otro animal del hogar, ni tampoco debe estar en contacto con animales de la vida silvestre que pueden traer a la casa graves enfermedades. Por lo tanto, si tu perro caza a este tipo de animales, deberás tomar algunas medidas.
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¿Cómo prevenir y solucionar el tema?
Si tu perro persigue cosas y humanos en movimiento, necesitarás entrenarlo para que eso deje de ocurrir, pues alguien podría salir lastimado.
Mantén a tu perro en áreas seguras, jardines cercados y no lo lleves de excursión al aire libre si suele cazar. Tendrá que ir olvidando esas prácticas.
Enséñale a caminar con correa.
Si lo sacas a pasear suelto, deberá ser en lugares con escaso tránsito y en horarios en los que los pequeños animales no se expongan.
Enséñale a tu perro a venir cuando lo llamas. Este es un comando que todos piensan que es fácil, pero realmente se logra cuando un perro es capaz de venir hacia ti cuando se encuentra en una tarea que le interesa o lo excita.
Si tu perro sigue decidido a perseguir animales, deberás entrenarlo para que sepa que va a ser recompensado por alejarse de él y mirarte a ti. Esto no es nada fácil y quizás necesites la ayuda de un entrenador profesional.
Por último, si nada de esto te sirvió, puedes lograr que el perro asocie la caza con algo que le desagrade. Un sonido, aire comprimido, un olor nauseabundo, algo que suceda cada vez que consiga una presa.
Recuerda que lo esencial es no lastimar al perro, por lo tanto, no utilices algo que le haga mal. El castigo físico no es recomendable bajo ningún punto de vista.
¿Alguna vez tu perro ha cazado? ¡Cuéntanos!





