Decoración Japonesa: Wabi-Sabi en 10 sencillos pasos

Como mencionamos en artículos anteriores, el Wabi-Sabi más que una estética al momento de decorar es un estado mental, en el que se da más importancia a las personas que a las cosas. Sin embargo, es útil conocer algunos consejos para dar los pasos en la dirección correcta. A continuación vamos con ellos.

1. Armoniza tu casa, a través del silencio:  En la medida de lo posible, trata de aislar tu pequeño santuario, tu casa del ruido humano con alfombras, buenas ventanas, minimizando el ruido de electrodomésticos, etc. El silencio es una invitación al equilibrio y la armonía.
2. Regálate un espacio 'sagrado' y especial: Un rincón especial para meditar, leer, escuchar música. Un espacio para relajarte y dedicarte tiempo de calidad.
3. Mantén el orden: Comienza lentamente, ordenando un closet, un espacio a la vez. Mantener el orden es sencillo si dedicas 15 minutos al final del día para organizar todo lo que esté fuera de lugar. Tener lugares para almacenar las cosas puede ayudar a conservar el espacio limpio y equilibrado.
4. Aprecia lo imperfecto: No te deshagas de esas cosas antiguas y un poco desgastadas por el tiempo que tanto aprecias. Aprecia la magia de la historia que encierran esas pequeñas imperfecciones. Intégralas a tu espacio, aprende a armonizarlas con tu entorno.
5. Inspírate en los colores de la naturaleza: Colores otoñales, de la primavera, los árboles, las hojas. Toma una caminata en marzo o noviembre e imprégnate de su serena belleza, deja que la naturaleza te inspire.

6. Hazlo tú mismo. Nada se compara al placer de acurrucarse sobre el puff que tú mismo hiciste, o contemplar la obra de arte que pintaste.  Eso sin mencionar que el acto mismo de coser o pintar se convierte en una suerte de meditación, regala calma y es una forma de centrarse. Aunque consideres que no eres muy habilidoso con las manos, siempre habrá algo que puedas hacer.

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7. Trae la naturaleza a tu casa. Los arreglos florales en honor de la estación son esenciales en Wabi-Sabi y no deben seguir ninguna regla en específico. Así que un grupo de flores silvestres impregnarán de aroma y color a tu estancia.
8. Ponle alma a tu espacio: Los recuerdos, las fotos familiares, los dibujos hechos por tus hijos, ese jarrón antiguo que heredaste de tu abuela, los objetos que importan más por los recuerdos que por su valor físico o estético son los que dan alma a un hogar.
9. Lee a los 'maestros' Como William Morris, Frank Lloyd Wright y Charles and Ray Eame, todos influenciados por el estilo wabi-sabi. Pero que sus consejos no te limiten, sólo te den una guía.
10. ¡Velas, velas, VELAS!  Prueba al llegar a casa, apagar las luces y encender unas velas, toma una taza de té, y relájate. En ese momento entenderás la importancia de unas velas bien distribuidas en la estancia. Nada luce demasiado terrible o pesado a la luz tenue de ellas.