Aunque no lo parezca, limpiar correctamente la nevera es todo un arte. Si bien no es difícil, muchas veces pasamos por alto ciertos pasos que nos aseguran que este artefacto quede bien limpio. Aprender cómo limpiar la nevera te va ayudar a ahorrar tiempo a la vez que beneficia tu salud y la de tu familia, ya que como es el principal contenedor de alimentos debes procurar que esté lo más aseado posible.
Cómo limpiar la nevera

Es recomendable realizar una limpieza profunda de la nevera por lo menos una vez al mes (dependiendo de cómo la uses) y semanalmente hacer una limpieza superficial. Asimismo, debes hacer algunas limpiezas puntuales a diario.
De igual modo, cuando vayas a limpiar el refrigerador es ideal tener a mano un recipiente con hielo seco para resguardar la comida durante el tiempo que va a estar fuera, así evitarás posibles daños en los alimentos.
Con estos sencillos pasos verás que limpiar la nevera será más fácil:
Limpieza diaria
Diariamente debes fijarte si algún alimento se ha derramado (lo que causa manchas) y limpiarlo. También es importante revisar la fecha de vencimiento de algunos alimentos para poder deshacerte de ellos y evitar malos olores en la nevera.

Limpieza semanal
Una vez a la semana procura limpiar las puertas y bordes de la nevera.

Limpieza mensual
Una vez al mes es importante limpiar en profundidad la nevera. Para ello lo primero que debes hacer es sacar todos los alimentos para que puedas trabajar con calma; como ya mencioné, puedes meterlos en una recipiente con hielo.
Desconecta la nevera y saca todos los estantes y gavetas que pueda tener, lávalos con mucho cuidado y deja que se sequen bien mientras limpias el interior de la nevera. Asimismo, revisa los recipientes que necesitas dejar de nuevo en la nevera para ver si tienen manchas; si es así lávalos para evitar que ensucien de nuevo la nevera.
Es recomendable utilizar una esponja, agua tibia y detergente para limpiar la nevera. Saca todas las manchas y grasa que encuentres, poniendo especial énfasis en los bordes y ranuras dentro de la nevera y en las puertas. Si quieres ser más precisa, y evitar los malos olores y gérmenes, cambia el detergente por bicarbonato de sodio para limpiar (no te pierdas otros beneficios del bicarbonato).

Si lo deseas puedes mover la heladera de lugar y limpiar su parte posterior, ya que al no cambiar de sitio a veces se nos dificulta limpiar el piso y la pared de esa zona.
Cuando hayas limpiado todo, elimina todo rastro de jabón o bicarbonato que pueda quedar y con una toalla seca muy bien el interior de ella. Para este momento ya los estantes y gavetas deben estar secos y podrás empezar a ordenar todo.
Repite estos mismo pasos para limpiar el congelador y para terminar de limpiar el exterior de la nevera.
¡Aplica estos tips y dejarás tu nevera como nueva! Si deseas conocer otros consejos de limpieza, no dejes de ver cómo limpiar la cortina de tu baño.








