Si quieres darle un nuevo toque a tu dormitorio, puedes cambiar la cabecera de tu cama. Aprende a hacer una cabecera tú mismo, fácilmente y por poco dinero. Simplemente necesitarás: una madera contrachapada con un grosor de entre ¼ y ¾ de pulgada, una plancha de polifón o gomaespuma de 2 centímetros de grosor que la cubra, una tela resistente que sea de tu gusto, por lo menos 3 o 4 ganchos adecuados para colgar, clavos para la pared y por supuesto, tijeras y goma adhesiva.
¿Cómo hacer una cabecera tú mismo?

Primero, debes conseguir la madera. Toma las medidas del ancho de tu cama para que se adecue a la misma. Puedes ir directamente a una carpintería en donde la corten en el momento, según las medida que solicites.
Luego, debes proceder a cubrirla con el polifón o gomaespuma . Pégala cuidadosamente con goma adhesiva. Ahora estará todo listo para forrar tu cabecera con la tela que hayas elegido. Puedes pegarla de la misma manera, o bien, colocarla con algunos clavos pequeños para asegurarte de que permanezca en su lugar. Asegúrate de que al momento de hacerlo esté bien estirada, para evitar que queden arrugas indeseables.
Dependiendo del tipo de ganchos que hayas conseguido es la forma en como los colocarás; así que te conviene averiguarlo con el vendedor. Y según el largo de tu cabecera, es la cantidad que utilizarás. Pero posiblemente con 3 o 4 sea suficiente.
Antes de colocar tu cabecera en la pared, debes decidir el lugar exacto en donde la quieres. Tal vez te ayude delinearlo con un lápiz para delimitar la zona y así evitar confusiones. Una vez finalizada esta tarea, puedes comenzar a poner los clavos en la pared. Lo ideal es colocar 3 (por supuesto, si esa fue la cantidad de ganchos que utilizaste), uno equidistante del otro.
¡Y listo! Ya estará todo pronto para colgar tu nueva cabecera y que comiences a disfrutarla.





