La diabetes afecta a uno de cada 400 gatos, por lo tanto es muy común que tu gato la padezca. En esta entrega, te enseñamos cómo cuidar a un gato diabético para controlar su enfermedad y que ésta no sea un problema.
¿Cómo cuidar a un gato diabético?

Tratamiento del gato diabético en casa
Cada gato con diabetes es particular, y no todos responden al mismo tratamiento. En general existen dos formas de controlar la diabetes en los gatos: con insulina y medicamentos orales. Es el veterinario quien decide cuál es el tratamiento indicado para tu gato y las dosis que necesitará de cada uno de estos medicamentos, pero serás tú en casa quien se los administrará a diario.
Las inyecciones de insulina son requeridas por la gran mayoría de los gatos diabéticos. Deberás colocárselas a tu gato una o dos veces al día según prescripción veterinaria. Son muy fáciles de aplicar porque las dosis son realmente pequeñas y las agujas también, por lo que tu gato casi ni las notará.

La medicación oral aumenta la producción de insulina, pero no quiere decir que tu gato no va a requerir también de inyecciones.
Lo que tú deberás hacer es aplicarle las inyecciones o darle la medicación oral, sin olvidar de comprobar su nivel de glucosa. Esto quiere decir que tendrás que utilizar tiras reactivas o aditivos especiales para su arena para verificar si la glucosa está presente en su orina.
Alimentación del gato diabético
Como primera medida para cuidar a tu mascota, debes combatir la obesidad en tu gato, ya que ésta hace que la diabetes sea más difícil de controlar.
Las necesidades calóricas se determinan según el peso y la actividad física de tu gato. Una vez que el veterinario te ha indicado cuánto alimento debes darle, deberás administrar su comida en varias raciones.
Lo mejor es darle de comer en el momento de la inyección de insulina, pero si sólo recibe una inyección diaria, deberás racionar su comida en más partes porque comer sólo una vez al día le hará mal a su diabetes.

La mejor dieta para un gato diabético es la que contiene mayor proporción de proteínas y menor cantidad de hidratos de carbono.
Ya ves que cuidar de tu gato diabético no es nada tedioso ni difícil. Pronto verás que darle sus inyecciones será parte natural de tu día y no te incomodará. Además, tendrás la recompensa de ver a tu gato de buen ánimo y saludable. Eso es lo que más importa.





