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Cómo controlar la agresividad en los gatos

¿Las conductas de tu gato te dan miedo? Tranquila, pues todavía estás a tiempo para que tu minino vuelva a ser el dulce de siempre. Veamos juntas cuáles son las causas de la agresión en los gatos y qué puedes hacer.

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¿Qué es la agresión?

Es una amenaza o un comportamiento perjudicial dirigido a una persona, otro gato o cualquier animal. Generalmente se produce por que el gato se encuentra acorralado, con miedo o debe defender su territorio, su integridad o a sus hijos. Pero las causas pueden ser múltiples y muy variadas. Los problemas de agresión van desde gatos que silban y evitan el blanco de la amenaza a gatos que atacan sin piedad.

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Causas más comunes que conducen a la agresión 

Entre las muchas causas por las que los gatos pueden ser agresivos, las más comunes son:

  • Rivalidad con otro gato.
  • Miedo, percibe una amenaza.
  • Defensa del territorio.
  • Juego rudo.
  • Agresión redirigida: sucede cuando el gato está enojado con otro gato, persona o animal al cual no puede acceder (por ejemplo alguien que ve por la ventana), y descarga su frustración y nerviosismo arremetiendo con alguien de la familia.
  • Demasiadas caricias: Aunque a la mayoría de los gatos les encanta que los acaricien, hay veces que no toleran tanto mimo y responden con una mordida o arañazo al humano, para luego escapar.
  • Dolor: un gato puede agredir si está herido o siente mucho dolor, incluso a su propio dueño.
  • Agresión materna: una mamá gata siente que sus bebés están amenazados y agrede a personas u otros animales.
  • Agresión idiopática: es tal vez el tipo de ataque más peligroso, pues no se puede diagnosticar una causa principal por la que surge. Los dueños de mascotas que presentan este tipo de comportamiento deben ser muy cuidadosos y buscar una solución inmediata, pues alguien puede salir lastimado.
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¿Cómo enfrentar estos problemas de agresión?

  • Socializa a tu gato desde pequeño.
  • Comprende su lenguaje corporal y retírate. Como dueña de tu gato sabes bien cuando está tranquilo o cuando la tormenta se avecina. Si ves que tu gato está nervioso y a punto de atacar, no intentes calmarlo, no lo toques, no lo quieras agarrar, ni lo castigues.
  • Estudia posibles causas y trata de evitarlas. Pregúntate hacia quien fue dirigida la agresión, qué estaba haciendo el gato, cada cuánto sucede, etc.
  • Ante cualquier conducta anormal de tu gato debes consultar con el veterinario, quien descartará problemas médicos que posiblemente estén causando la agresión. Además, te podrá dar pautas para redireccionar este comportamiento. Recuerda que castrar o esterilizar a tu mascota es una de las mejores opciones para calmar gatos agresivos.

No bajes los brazos, nada está perdido. Un gato agresivo puede mejorar y dejar de lado esa conducta destructiva. Con amor y conciencia podrás lograr cambios sustanciales.