Abuelo, padre, esposo, hermanos... ¿cuántos hombres viven en tu casa? Si convives con hombres porque la vida se presentó así, por elección propia o por una cuestión de ahorro, convengamos que por momentos no es fácil -aunque ellos también pueden decir lo mismo de nosotras-. Para hacerte un lugar en la casa y convivir en plena armonía, sigue estos consejos.
5 reglas básicas para compartir una casa con hombres

En ocasiones puede resultar agobiante e incómodo convivir con hombres, pero también es enriquecedor y más seguro. Si cada quien es respetuoso con el otro, sin que nada tenga que ver si se es hombre o mujer, todo es más fácil de llevar.
La convivencia no es algo simple, ni siquiera cuando vivimos con nuestros padres que nos conocen de toda la vida, así que ¡imagínate con extraños! Tener una mentalidad abierta, poco estructurada y receptiva, son elementos claves a considerar que evitarán que ciertos prejuicios puedan ser motivo de conflicto.
Cuando hay varias personas viviendo bajo un mismo techo es necesario implantar reglas.

#1 El uso del cuarto de baño
Es importante determinar en qué horarios estará disponible el baño según las necesidades de cada uno. Por otra parte, habiendo una mujer en la casa, es conveniente establecer las prioridades para el uso del mismo, ya que por lo general las mujeres demoramos más en el baño que los hombres (aunque no debemos abusar del tiempo).

#2 Dejar el baño en condiciones
Hay algunos descuidos de las mujeres que pueden incomodar o enfurecer a un hombre, como lo es el dejar los cabellos sueltos en la pileta del lavabo o en el resumidero de la ducha, y el dejar la ropa interior colgada dentro de la ducha. De igual modo, los hombres también tienen sus descuidos en el baño. Para evitar una discusión diaria, cada uno debe asegurarse antes de salir del baño que lo deja en condiciones.

#3 Las amistades
Es un punto complicado, hay que establecer en qué momentos se puede recibir visitas en la casa. Será difícil que todos tengan libre el mismo día para coincidir en que sea ese el día permitido. Por otra parte, también hay que pensar en que si alguien descansa no es justo que haya ruidos o gente entrando y saliendo de forma constante, pero tampoco lo es el hecho de que alguno deba verse privado de ese derecho.

#4 ¿Quién se encarga de la limpieza?
Este es un punto delicado y difícil de tratar. Muchas veces se da por sentado que al ser la única mujer en el hogar, ésta debe realizar todos los quehaceres domésticos. ¡Grave error al suponerlo! En las épocas en que vivimos, cada quien debe hacerse responsable de la limpieza y mantenimiento de su espacio personal, cooperando en iguales tareas dentro del espacio conjunto.
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#5 Las parejas
Otro tema escabroso; puede ser muy complicado convivir con varias personas que tienen sus respectivas parejas. ¿Qué sucede si desean pasar la noche allí?, ¿cuántas veces por semana?, ¿bajo qué condiciones?, ¿irrumpe la comodidad y vida cotidiana del resto?
Las cuestiones a evaluar a la hora de lograr armonía cuando se vive con hombres son muchas; en mi opinión creo que lo más importante es que no debe haber distinción entre sexos; es decir, no tiene que existir tal cosa como “tú debes cocinar porque eres mujer”, “tú debes sacar la basura porque eres hombre”, a menos que así se establezca de común acuerdo.
Lo ideal como en todos los aspectos de la vida en los que varias personas viven juntas, es encontrar un equilibrio basado en el respeto mutuo, la flexibilidad y la empatía.








