Porque limpiar tiene beneficios psicológicos y hasta espirituales también...
5 grandes lecciones de vida que aprendes cuando limpias tu casa y no lo habías notado

Limpiar nuestra casa no solo es una necesidad para llevar una vida ordenada, ¡también nos enseña lecciones de vida! Así que cuando no quieras hacerlo por limpieza, siempre puedes apreciar el crecimiento como persona que limpiar la casa nos proporciona. ¿No sabes cuáles son? Aquí te los contamos.
1. Dejar ir

Una de las cosas que más nos cuesta a los seres humanos es dejar ir. Nos aferramos a cosas, personas, empleos y relaciones que ya pasaron su fecha de caducidad. Pero cuando estamos limpiando y ordenando, nos entrenamos para dejar ir, especialmente cuando hacemos limpieza de los armarios, los gabinetes de la cocina y el refrigerador.
2. Aferrarnos a las cosas importantes

Mientras que lo superfluo se va cuando hacemos limpieza y organizamos, también es cierto que redescubrimos las cosas importantes y les damos un sitio de honor en nuestro hogar. Un buen recordatorio para recordarnos a nosotros mismos qué cosas, personas y relaciones vale la pena conservar.
3. La importancia de las pequeñas cosas

Muchas veces los utensilios más pequeños de la cocina son los más prácticos, como el abrelatas o el sacacorchos. Y cuando se pierden y los encontramos ordenando, nos damos cuenta de lo importantes que son esas pequeñas cosas, ¡como el control remoto del aire acondicionado o del televisor!
4. Todos escondemos nuestros desórdenes
El hogar suele ser un fiel reflejo de nuestra personalidad. Y así como todos tenemos una fachada que presentamos al mundo lo más ordenada posible, como la sala donde recibimos a nuestros invitados, también todos tenemos unos cajones y armarios donde guardamos nuestros desórdenes. Y adivina qué: todos tenemos cajones y armarios, reales y figurados, donde escondemos nuestras cosas más privadas.
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5. Nunca te des por vencido

Hace poco se me rompió la cerradura y, como no quería gastar dinero en una cerradura nueva, me di a la tarea de arreglar la que estaba rota. Me llevó bastante rato desarmarla, entender cómo funcionaba el mecanismo y arreglar lo que no estaba funcionando. ¡Pero lo hice! Y me sentí orgullosa de mí misma; mi casa me estaba alentando a no darme nunca por vencida.
Después de leer esto, ¡estoy segura que encontrarás lecciones de vida cada vez que limpies y ordenes tu casa! Y si necesitas más motivación, estas tareas del hogar tienen beneficios para la salud que no imaginabas.





