La verdadera magia del Gran Cañón yace en su fondo
El Gran Cañón es el segundo parque nacional más visitado de Estados Unidos con unos 5.5 millones de turistas anualmente, sin embargo solo 1% de ellos se aventura a sus profundidades, donde se encuentra el río Colorado y la verdadera magia de este maravilla de la naturaleza.
La mayoría de los visitantes disfruta de su belleza con caminatas y vistas panorámicas desde los diferentes miradores que tiene la entrada sur parque nacional. Esta parte es conocida como el South Rim, ubicada cerca de Tusayan, un pueblo turístico de Arizona a unas tres horas y media de Phoenix en carro.
Daniela Zavala
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Pero hay un grupo de entusiastas con un espíritu más arriesgado
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Cada vez es más común ver a aventureros que entrenan duramente durante meses para adentrarse al fondo del Gran Cañón y apreciar de primera mano su diversidad.
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El no ir entrenado o preparado puede tener consecuencias catastróficas incluso la muerte por eso se hay señales de advertencia a los visitantes.
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Aunque algunos se lanzan y logran hacerlo por tener el entrenamiento y la condición física, no es recomendable hacer esta excursión en un solo día ya que incrementa el alto riesgo de sufrir un golpe de calor, deshidratación y hasta la muerte.
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Aparte del entrenamiento físico, también hay que llevar el equipo correcto: ir lo más liviano posible, contratando quizás el servicio de mula para que transporte tu mochila más pesada.
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Una de las rutas más conocidas es descender al rio Colorado vía el camino South Kaibab trail y subir a través del Bright Angel Trail.
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En total son aproximadamente unas 17 millas el recorrido completo, descendiendo de 7260 pies de altura a unos 2500 donde se encuentra el rio, y luego volviendo a ascender a 6860 de altura.
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Por eso, no solo hay que considerar las largas distancias sino también los cambios climáticos, del terreno y por supuesto la variación de la altura.
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Es fundamental que tengas contigo en todo momento un morral pequeño con agua, un kit de primeros auxilios, bloqueador solar, barras de proteína y aperitivos dulces y salados que te den energía durante el camino.
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Asimismo es recomendable llevar una gorra, zapatos de hiking ligeros, y lentes de sol.
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Durante la mañana, las temperaturas pueden ser gélidas.
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En el sendero South Kaibab trail no hay lugar para llenar tu botella de agua, así que tienes que ir preparado con suficiente líquido.
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El río Colorado hace su aparición a mitad de camino. Aún falta mucho por recorrer.
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El increíble paisaje es una inspiración para seguir el descenso, pero hay que controlar el paso para no desgastarse.
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Aunque desde el tope parece árido, la vegetación es variada en diferentes rincones del cañón y en la primavera hay flores por todos lados.
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Los caminos están bien cuidados, pero hay que tener cuidado al pisar porque hay secciones con desniveles y piedritas que pueden hacer que te resbales.
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Al fondo puede sentirse como un horno dependiendo del momento del año y la intensidad del sol.
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Al llegar al fondo hay puentes que conectan un lado del cañón del otro.
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Los puentes son firmes y fáciles de pasar.
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También hay una “playa” donde puedes relajarte y refrescarte.
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Un punto conocido de descanso en el fondo del Gran Cañón es Phantom Ranch donde hay cabañas y espacios para acampar. Para hospedarse allí hay que reservar con mucha antelación llamando al 888-29-PARKS. También cuenta con una cafetería.
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La vida silvestre deambula libre y tranquila cerca de los visitantes. No puede tocarse ni alimentarse.
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En el camino tanto de bajada como de subida hay otros lugares para acampar. Necesitas conseguir un permiso del parque.
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Hay paseos en bote que puedes tomar en el río. Son costosos pero valen la pena.
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La subida al Gran Canon vía Bright Angel Trail es considerada una de las más escénicas.
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Desde Phantom Rach al tope del South Rim vía Bright Angel Trail son 9.9 millas.
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No es fácil, pero bien vale el esfuerzo porque serás premiado con espectaculares paisajes e insuperables vistas.
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En el camino hay lugares para descansar bajo la sombra de árboles y fuentes de agua para llenar tu botella.
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Si no eres de los que quieres sudar esa subida de regreso al tope del Gran Cañón, hay servicio de mulas disponible. Se necesita reservar a través del parque.
Daniela Zavala
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Independientemente de si te lanzas a pie o en mula, la experiencia de recorrer esos caminos rodeados de formaciones rocosas de unos dos mil millones de años será una experiencia inolvidable.