Irma Serrano recupera uno de sus tesoros, el teatro Fru- Fru

La famosa actriz, cantante y política mexicana vive en Chiapas con su sobrino Luis Felipe, alejada de la opulencia a la que estaba acostumbrada y tratando de recuperar los tesoros que coleccionó por años.

Después de dos años de batalla legal Irma Serrano ‘La Tigresa’ por fin recuperó los derechos del Teatro Fru Fru, recinto ubicado en el Centro de la Ciudad de México, un lugar histórico que le fue arrebatado a la actriz y cantante de 84 años de edad por su sobrina Pilar de León, quien hoy está presa en el reclusorio femenil por encontrarse culpable de robo y fraude a la polémica mujer.

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Luis Felipe, sobrino de Irma y encargado de su cuidado, fue quien dio a conocer la noticia, además de que adelantó que el teatro estará en una extensiva remodelación para que pueda abrir sus puertas nuevamente.


Muchos años corrió el rumor que el añejo Teatro Fru-Fru, que fue inaugurado hace más de un siglo, en 1899, había sido uno de los muchos regalos que Irma Consuelo Cielo Serrano Castro, nombre real de la actriz, recibió de alguno de sus millonarios amantes: “Yo lo compré, nadie me lo regaló y tampoco costó la fortuna que todos creen, fue una buena inversión”, habría declarado tajante Serrano al programa 'En Compañía de', en 2015.

‘La Tigresa’, una mujer de mirada penetrante y carácter fuerte que conquistó a cuanto hombre quiso, confesó en alguna ocasión al programa de televisión ‘La Oreja’ que: “Yo me sabía bonita y había que sacarle provecho a aquello”.

Y vaya que lo hizo. Su belleza conquistó lo mismo a empresarios, hombres adinerados y hasta a quien fuera presidente de México entre 1964 y 1970, Gustavo Díaz Ordaz: “Tiré a la última cabeza donde había más, tuve suerte porque era bella, sí, pero no tan bella para la suerte que tuve”, declaró la vedette que sostuvo un romance de más de cinco años con el presidente al periodista mexicano Gustavo Adolfo Infante.


Este romance, además, era “prohibido” (Díaz Ordaz estaba casado con doña Guadalupe Borja), pero le dejó a Irma Serrano joyas, tierras y regalos. De aquel polémico mandatario mexicano, ella ha dicho: “Sí, lo quise mucho; él me quería mucho, me consentía mucho, nunca me prohibió o me dijo 'no hables de mí'”.

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El suyo fue un romance del que todo México tenía conocimiento incluida doña Guadalupe Borja, primera dama de la nación: “ Una vez nos enojamos y le llevé serenata a los Pinos”, relató y cuentan que fue la esposa quien la corrió de la residencia presidencial con una bofetada.

Entre los regalos que él le dio, había una cama dorada con adornos en forma de cisne y que era donde ella pasaba la mayor parte del tiempo, recostada, y donde recibía hasta a los reporteros que buscaban una entrevista con ella entre los años 2005 y 2007, siempre acompañada por sus dos perritos. Esa cama, se dice, perteneció a Carlota Amalia , princesa de Bélgica, esposa de Maximiliano de Habsburgo, quien gobernó México como emperador en el Siglo XIX y que actualmente forma parte del mobiliario del Castillo de Chapultepec. La leyenda asegura que, en realidad, se trata de aquella en la que Serrano durmió muchos años en su mansión de la adinerada colonia Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México.


Siendo célebre por su vanidad, Irma decoró con ostentoso lujo hasta el más pequeño rincón de su gran mansión de dos plantas rodeada por una piscina, jardines y una galería en la que abundaban retratos de ‘La Tigresa’, incluyendo uno pintado por el legendario muralista mexicano Diego Rivera, para quien posó a los 20 años de edad, en 1953. También fue una ávida coleccionista de antigüedades.

Irma nunca tuvo hijos ni se casó: “Porque nunca me lo propusieron”, afirmó. Sin embargo, en el descanso de las inmensas escaleras de aquella mansión en una exclusiva zona de la ciudad de México, había un enorme armario de madera que albergaba decenas de muñecas de porcelana: “[Esas muñecas] son regalos que me hicieron los hombres, no sé porque todos creían que tenía ganas de ser madre, la verdad no me pesa no haberlo sido. Creo que nunca lo deseé de verdad”.

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En la época de los años 2000, cuando peleaba publicamente con María Félix para saber quién tenía más dinero y mejores joyas, Irma Serrano se convirtió en senadora Independiente (de ningún partido politico) de México, donde su presencia tampoco pasó desapercibida.

Sus diferencias con algunos políticos mexicanos dieron de qué hablar, sobre todo con el también senador Porfirío Muñoz Ledo: "Porque él menospreció a mis indígenas y yo lo llamé 'guajolote de Navidad', después lo degradé un poco y lo llamé 'gallina inflada'. Me lo voy a surtir porque además tengo ganas de dar el escándalo final", declaró en entrevista en el noticiero titular de Televisa- dirigido en ese entonces por Joaquín López Dóriga- y tiempo después, Serrano lo cumplió al darle una cachetada a Muñoz Ledo.

Video Irma Serrano ‘La Tigresa’, nuevamente envuelta entre estafas y juzgados


La belleza y juventud se esfumaron con el paso de los años, y algunos jóvenes que buscaban una oportunidad en el medio del espectáculo matizaron la soledad de Irma Serrano, como fue el caso del cantante de ranchero José Julián, el modelo Poncho DeNigris, o el exconcursante de 'Big Brother México' Patricio 'Pato' Zambrano: “Yo sé que a todos estos 'noviecitos' les da asco besar en la boca a una vieja como yo, pero eso es juego, yo sé que ninguno de ellos estuvo enamorado de mí, pero no me importa. Yo lo hago por tener compañía. ‘El Pato’ me saca a pasear, me acompaña a comer y es así como salgo de mi casa o para ver una película”.

Irma Serrano llega al 2018 con 84 años de edad, radica en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, al sur de México, con su sobrino Luis Felipe, quien es el encargado de procurarla y cuidarla: “Mi tía no quiere estar frente a los medios en este momento, está disfrutando su vida”, dijo en exclusiva a Univisión Entretenimiento el familiar de ‘La Tigresa’, quien sigue estando, aunque no lo desee, en el ojo del huracán.

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