Manhwa, el «manga coreano»: por qué deberías leerlo y sus características más importantes

Se denomina 'manhwa' a los cómics nacidos en Corea del Sur. De narrativa similar a la expuesta en el manga japonés, pero con sentido de lectura occidental, es decir, horizontal y de izquierda a derecha —ya que el alfabeto coreano, también conocido como hangul, en condiciones normales, se escribe y lee horizontalmente), relata historias de romance, drama y mitología asiática que hacen especial hincapié en el desarrollo de los personajes y la espectacular estilización de su bellísimo arte a todo color.

A diferencia de lo ocurrido en Japón, rara vez un manhwa es adaptado al cine o la tv, aunque encontramos un par de excepciones en Full House y Goong, por ejemplo. Sin embargo, el caso más extraordinario fue Noblesse, que sigue el canon de Cadis Etrama Di Raizel, poderoso vampiro que despierta luego de 820 años y, con la ayuda de su fiel servidor Frankenstein, se inscribe en la escuela secundaria, viéndose involucrado en el fuego cruzado de peligrosas organizaciones secretas. Manhwa que recibió adaptación de la mano de Production IG, una de las compañías de animación más importantes en Japón.

El manhwa, a grandes rasgos, podría definirse como híbrido sincrético de manga y cómic occidental, presentando las mejores cualidades de ambos mundos, lo cual, en contrapartida, también se comporta como su talón de aquiles.

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Definido y estilizado, el dibujo ostenta perfecta y amable sintonía con el peculiar arte contemplado en mangas shonen y josei, pero, sin ser capaz de hacer alarde de su propia identidad, adopta, a su vez, el color y la energía del cómic americano, aunque con tonalidades pastel y trazos luminosos pero gentiles. Rasgos faciales delgados, casi étereos, predominancia de grises y fondos poco precisos (lo cual varía según el autor) definen el esquema artístico en la gran mayoría de manhwas publicados.

Por otro lado, las historias que cobran vida en papel —virtual, sobre todo, ya que el webcomic es la principal plataforma de exposición— son transversales a cualquier cultura, aunque condimentadas con regionalismos y tradiciones autóctonas, en ocasiones explicitadas a través del lenguaje con el uso de sufijos como hyung, noona o sunbae —el equivalente para senpai en Corea— o implícitas en el comportamiento de sus personajes. La temática fantástica (predominante o disimulada) es la preferida, con títulos sobresalientes y populares a nivel mundial como Tower of God, en el que Baam, un joven que accidentalmente entra en la Torre donde solo los elegidos pueden ingresar y otorga cualquier deseo a quien la conquiste.

También existen otros casos particulares que son dignos de mención, como serían The Breaker y The Breaker: New Waves, manwha dibujado en blanco y negro —en honor al manga japonés— que sigue al joven Yi Shi-oon, un estudiante que sufre de constante acoso hasta que Han Chun-woo, un excéntrico profesor le enseña artes marciales y lo involucra en el doloroso mundo del Murim para más tarde revelar que es el Dragon de las Nueve Artes, el guerrero más peligroso de toda Corea. Una oda al shonen en su máxima expresión que perfecciona los cliché clásicos con genialidad nunca antes vista, ni siquiera en tierras niponas.

No obstante, el shonen no es rey por estos lares, sino que, en los últimos tiempos, las comedias románticas (con agregados eróticos de alta intensidad) han dominado las visualizaciones con títulos tan atrapantes como sensuales, en historia, arte y bueno, you know

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Sweet Guy, Brawling Go y Girls of the Wild's, son ejemplo de esta popularidad desmedida (y atrevida), aunque también existen obras que se acercan mucho al josei y son de gran calidad, como Goong- Park So-hee, Sandwich Girl- Han Yu Rang y, por supuesto, Bride of the Water God, uno de los manhwas más hermosos que leerás jamás.

Los orígenes del manhwa se remontan a principios del siglo pasado, aunque, obviamente, no eran conocidos por este nombre. Mantenidos en completo ostracismo hasta finales de los 90, cuando tuvieron su primera expansión por Asia, tocaron cúspide en los 2000 con la publicación de más de 9 mil títulos, de los cuales un 40% vieron la tímida luz occidental. Por tal razón, vivimos en tiempos de privilegio, en los que somos bendecidos con la oportunidad de experimentar arte que se mantuvo ajeno durante tantas décadas y, colateralmente, aprender desde la pluma y mirada de artistas que escriben y dibujan con la luz vespertina de un país tan fascinante como Corea.

Y tú, ¿qué piensas al respecto? ¿Has leído algo? ¿Qué te parecen estos «cómics coreanos»?

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