Como cada fin de semana, otro capítulo de Dragon Ball Super fue estrenado. Bajo el título « ¡Mantén el orgullo hasta el final! ¡La caída de Vegeta!», este episodio fue el adiós para otro entrañable participante. La semana pasada habíamos despedido a Número 17, el MVP del torneo; sin embargo, esta vez, el que quedó eliminado fue el verdadero héroe de esta historia: Vegeta.
Dragon Ball Super: Gokú usa el «Migatte» y golpea a Jiren, pero el verdadero héroe fue (y será) Vegeta

Si bien todos sabemos que Gokú es el protagonista del anime, el capítulo 128 dejó en claro que no existió otro personaje con tanto crecimiento en toda la serie; nadie se superó de la manera que lo hizo Vegeta... y no me refiero solo al poder de pelea.

Vegeta yacía sin fuerzas; el príncipe Saiyan había agotado todas sus energías, y, sin siquiera tener suficiente ki como para transformarse en Super Saiyan, debía derrotar al enemigo más fuerte que un guerrero Z había enfrentado jamás.
Las probabilidades estaban en su contra, la lógica también; no existía ni una sola oportunidad de victoria. No obstante, Vegeta se levantó. No (solamente) por orgullo —representar a la realeza Saiyan ya no era su única motivación—, ni tampoco por el afán de demostrar su superioridad ante Gokú; esta vez, Vegeta peleaba por el universo y por quienes son importantes para él.

En épocas pasadas, Vegeta habría ansiado la victoria más que nada en el mundo, y sin ella solo habría sentido el implacable dolor de la humillación; pero el Saiyan que vemos ahora no se parece en nada al que conocimos en su momento. El villano de la saga Saiyan evolucionó hasta convertirse en un antihéroe que, en un arranque de ira y tratando de redescubrir su identidad, se dejó consumir por la maldad durante la saga de Buu, y se redimió al final de la misma. Ahora, ese antihéroe completa su travesía y se convierte en un héroe silencioso que entiende que la victoria no es la de uno mismo sino la del equipo.
La importancia de la confianza

En un mensaje un poco forzado, se ha tratado de hacer hincapié en la confianza como fuente de poder desde el momento en el que Jiren da a conocer su historia. Según esta filosofía, el auténtico poder descansa en apoyarnos en los demás y luchar con la fuerza colectiva. Sobre esta premisa, Gokú y Jiren son polos opuestos; sin embargo, para que esto sucediera hubo un sacrificio heroico simbólico y sustancial: el más orgulloso de los guerreros depositaría su energía y confianza para que su rival de todos los tiempos ganara la batalla por él y por su universo.
Todavía no sabemos si Gokú podrá logarlo, pero, de ganar la pelea, no será por su propia fuerza sino por la de todos sus compañeros, en especial por causa del valor y la «orgullosa humildad» de Vegeta.

Gokú, al borde de la eliminación, despertó el Migatte no Gokui ( Ultra Instinto) una vez más, y haciendo uso de un poder casi completo golpeó a Jiren (con efectividad) por primera vez. De esta manera, queda agendada la batalla final que decidirá el destino de los universos; con un uno versus uno entre los más fuertes luchadores del torneo, y con el verdadero héroe de la historia en las gradas, confiando plenamente en su amigo/rival.
Ah, y con Freezer por ahí... A todo esto, ¿DÓNDE ESTÁ FREEZER? Y tú, ¿qué piensas al respecto?
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