Como cada fin de semana, otro capítulo de Dragon Ball Super fue estrenado. Bajo el título «¡Gokú vs. Kefura (Kefla)!», este episodio mostró la intensa batalla entre la fusión de las Saiyan más poderosas del universo 6 y Gokú, el representante más fuerte de nuestro universo.
Dragon Ball Super: ¡El Ultra Instinto despierta otra vez! Gokú alcanza su máximo poder en su batalla con Kefla



En un principio, Kefla, en estado base, barrió el piso con Gokú en Super Saiyan God y, fiel a su sangre Saiyan, desató todo su poder alcanzando el nivel Super Saiyan —inclinándose más a un Super Saiyan Legendario, debido al color de su cabello—. La «fusión legendaria» avasalla a Gokú, quien debe transformarse en Super Saiyan Blue para contrarrestar el inmenso poder de la fusión Potara.
Ahora bien, aún tomando en cuenta que Gokú no se encuentra en sus mejores condiciones y está recuperando sus energías tras la paliza que Jiren le propinó, la fusión de Kale y Caulifla luce un poco overpowered; pero tratemos de aceptar esto como una decisión editorial sin más, y sigamos adelante.

Kefla evoluciona como artista marcial minuto a minuto y golpe a golpe. Gokú utiliza el Kaio-Ken y sobrepasa el poder de Kefla, pero la guerrera se adapta y resiste el máximo poder de Gokú, contrarrestando un kamehame ha y colocando una patada devastadora que noqueó al Saiyan del universo 7. En el piso, y con la fase Blue ya perdida, Gokú queda a merced de su rival, quien sin piedad lanza varias bolas de energía para liquidar el trámite; pero, para sorpresa de muchos (o no), Kakarotto despierta —de forma accidental o provocada— la técnica más poderosa: el Migatte no Gokui.

El Ultra Instinto o Doctrina Egoísta (traducciones para occidente), técnica divina difícil de dominar incluso para los dioses de la destrucción, había despertado por segunda vez en poco tiempo. Wiss observa sorprendido y Bills alienta a su guerrero; sin embargo, este despertar había llamado la atención de alguien más: Jiren abría sus ojos.
Gokú evade cada ataque de Kefla y se mantiene impasible; aunque me pregunto: ¿seguirá en control y con consciencia, o su mente se habrá perdido al volverse uno con su cuerpo? Esta incógnita surge a raíz de la explosión de ki vista durante el adelanto para el próximo capítulo, en la que Gokú parece haber conseguido administrar parte del ki que rodea esta pseudotransformación.

El episodio 116 culminará con la resolución de la pelea entre Kefla y Gokú, y, además, nos mostrará si el Saiyan ha sido capaz de dominar la técnica de los dioses. De no haberlo logrado, no sería rival para Jiren.
Observaciones:
- Creo que sería momento de que alguien eliminase al Power Ranger que quiso golpear a Número 18. Ah, y a la Teletubie, también.
- Me gustaría que la batalla entre Toppo y Vegeta tuviera más trascendencia y lugar. Sé que los tiempos en TV son implacables y entiendo que esta nueva transformación es importante, pero es hora de que Vegeta tome protagonismo, Toei.

Finalmente, me adhiero a las palabras de un amigo y exijo que los enfrentamientos tengan consecuencias reales no fatales. Sí, Gokú se dislocó un brazo tras su batalla con Jiren, pero ¿nada más? Mucho grito y « ta ta ta ta ta ta» a la hora de pelear, pero no hay impacto ni resultados dramáticos cuando los golpes son dados de lleno —a excepción de Freezer, por supuesto—.
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