Dragon Ball Super: el sacrificio de Vegeta y la rebelión de Gokú [reseña del episodio]

Nueva intro, estilo visual y una historia que promete extenderse por decenas de capítulos: el arco de la supervivencia universal ha llegado para romper con todo. 

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El episodio 77 fue épico. No solo sirvió como introducción a la nueva saga ofreciéndonos detalles importantes a la hora de comprender lo que se viene, sino que nos mostró cualidades de los personajes jamás antes vistas, así como también situaciones de tensión que, probablemente, se incrementarán en el futuro. 

Si quieres saber más: Dragon Ball Super: el nuevo opening de la serie nos reveló mucho sobre el futuro de la saga

Entre estas situaciones, vemos a los dos Zeno-sama (presente y futuro) aburridos, jugando a destruir planetas con sus dedos... literalmente. Esta escena nos muestra lo infantil de sus personalidades, pero a su vez, lo poderosos que pueden llegar a ser. 

A partir de allí, la atención se centra en Gokú: su vida normal como agricultor y sus ansias de pelea. Al regreso de un día laboral normal, se ve enfrentado con algunos individuos armados que quieren robar su camión último modelo. Obviamente, no son rivales para Gokú, quien, sin esfuerzo alguno, los vence. Incluso los sermonea a que hagan algo productivo con su vida (sí, justamente él)... Lo interesante de esta secuencia pasa por el nerf grosero aplicado a Gokú cuando es herido por UNA SIMPLE BALA. Aunque se trate de un simple moretón, una bala normal jamás había dañado a un Saiyan de esa forma. 

Esto puede indicar que: 

  • La falta de batallas reales afectan el cuerpo Saiyan.
  • La distracción de Gokú (al igual que sucedió en "La resurrección de F") deja su cuerpo vulnerable. 

Gokú vuelve a su casa y se decide a entrenar. Goten, quien aún admira a Gokú y quiere ser tan fuerte como él, le insta a su padre para escapar de su casa e ir a entrenar con Wiss, además, de acompañarlo (y guiarlo) a comprar el regalo que hará que Wiss lo entrene. En estas secuencias vemos la madurez y ternura de Goten, en una relación padre-hijo sumamente adorable.

Cuando ambos llegan a Capsule Corporation para encontrar a Vegeta, se dan cuenta que Bulma está embarazada (bueno, Gokú, obviamente, tardó un poco más). Con esto queda oficialmente anunciada la llegada de Bra, quien, probablemente, nacería pocos días antes o durante el torneo de los 12 universos. La noticia fue muy especial, pero no tanto como lo que viene a continuación...

En un gesto de grandeza y paternidad que Gokú jamás tuvo ni tendrá, Vegeta rechaza la invitación de ir a entrenar bajo una simple premisa: debo quedarme al lado de mi esposa en este momento. Gokú insiste que no es Vegeta quien dará a luz, por lo que no debería quedarse, e incluso Wiss dice lo mismo; pero el afecto de Vegeta por su familia, increíblemente (tomando en cuenta su pasado) es tan grande que sacrifica su orgullo y decide darle ventaja a Gokú en su carrera por ver quién es el más fuerte.

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Vegeta, eres lo máximo. 

Goten se queda entrenando con Trunks, y Gokú se va junto a Wiss y Bills. Allí Son demuestra los resultados de su entrenamiento desviando un blast attack del mismísimo Wiss (aunque anteriormente fue herido por una bala.. fu*k logic), pero, de repente, recuerda algo: el torneo de los 12 universos que Zeno-sama prometió. 

Le comunica a Bills su intención de ir a hablar con Zen-chan, pero Bills considera esto muy peligroso. Despreocupado, Gokú insiste, pero Bills no está dispuesto a permitir que su universo sea puesto en peligro y amenaza con destruir a Gokú. El Saiyan, en un gesto de rebeldía y arrogancia, engaña al dios destructor y va a reunirse con Zeno-sama de todas maneras.

Personalmente, esto fue algo que me gustó mucho. No solo por la actitud de Gokú, sino porque quedó demostrada la cercanía (y potencial amistad) entre el dios destructor y el Saiyan...

Gokú convence a los Zeno-sama de organizar un torneo, aunque primero deberían establecerse las reglas, las cuales serían anunciadas a los Kaioshin tiempo más tarde. Ansioso, Gokú le pide a Wiss que lo lleve a dicho planeta, y minutos después, el gran sacerdote presenta las condiciones para el torneo; entre ellas, menciona que 10 participantes de cada universo serán elegidos. Pero esto no es todo...

El episodio termina, pero los avances aún tenían reservada una sorpresa: la consecuencia por perder en el torneo de los 12 universos es la destrucción. 

Zeno-sama promete borrar de la existencia a los universos perdedores, y por supuesto, Bills enloquece. ¿Cómo reaccionará ante Gokú luego de esta noticia? No puede destruirlo porque es el ser más poderoso de su universo, pero sabe que el universo está en peligro por culpa de él. Además, Zeno-sama está amenazando con destruirlo por algo tan trivial como un torneo, ¿hasta cuando los dioses permitirán tal comportamiento? 

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Y tú, ¿qué piensas al respecto? ¿Cuáles serán las consecuencias de este legendario torneo de artes marciales? ¿Quién consideras será el ganador? ¿Cuál será el primer universo en ser destruido?

Esperamos tus comentarios.