¿Cómo comenzaron las convenciones de cómics?

Imagen Getty Images

Que no te dé vergüenza admitirlo. Sé que tú también, como yo, concurres a las convenciones de cómics en busca de novedades, descuentos e incluso para pasar un buen rato con gente que, como tú o yo, demuestra sus gustos e intereses sin tapujos.

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Ya no somos una pequeña minoría de « frikis que se disfrazan raro y leen historietas para niños». Esos comentarios despectivos ahora caen en oídos sordos. Ahora somos una gran mayoría, una potencia compuesta por un público que merece respeto, por gente que disfruta de su hobbie como lo hace cualquier fan del deporte, de la música o de la filatelia. Aquí estamos, y de aquí no nos iremos.

¿Pero dónde empezó todo esto? ¿Quiénes fueron los pioneros de las convenciones de cómics? ¿Quiénes fueron los responsables de fundar las bases sobre las que hoy nosotros nos regocijamos de tener convenciones y reuniones todos los meses y hasta en las ciudades más pequeñas del globo? Todo eso es lo que hoy quiero contarte, en este pequeño homenaje a nuestros antecesores fans de los cómics, los videojuegos y todos los universos de ficción que tanto amamos.

Los antecedentes

Dick y Pat Lupoff caracterizados como Captain Marvel y Mary Marvel. 18º World Science Fiction Convention. Pittsburgh, Pennsylvania, septiembre de 1960.

Podemos afirmar que los ancestros de las convenciones de cómics son las convenciones de lectores de ciencia ficción, puesto que fue en la edición número 18 de la World Science Fiction Convention (Convención Mundial de Ciencia Ficción), en septiembre de 1960, donde los primeros fundadores del movimiento comiquero organizado tuvieron sus contactos iniciales. A esta convención habían concurrido Dick y Pat Lupoff, quienes repartieron entre los asistentes unas 90 copias de su fanzine Xero, una revista casera de presupuesto mínimo, entre cuyas páginas se incluía una historia fan-made (hecha por ellos mismos) del Captain Marvel, más conocido hoy en día como Shazam. Para reforzar el efecto Pat y Dick estaban disfrazados como miembros de la familia Marvel (los vemos en la imagen anterior).

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Por otro lado, en la World Science Fiction Convention se encontraban Maggie Curtis y Don Thompson, una joven pareja aficionada a la lectura de cómics que albergaba el sueño de que algún día pudieran hacerse convenciones como las de ciencia ficción pero exclusivas para el creciente mundo del noveno arte. Maggie y Don se fueron ese año de la convención llevándose una copia del fanzine  Xero de Dick y Pat Lupoff, y esto los envalentonó para seguir con su sueño.

El empujón final para concretar ese anhelo llegaría por el lado de  Jerry Bails, un profesor universitario de Detroit que era fanático de los cómics desde que leyó la primera historia de la Justice Society of America, en 1940; en ese entonces el pequeño Jerry tenía solamente 7 años de edad. Este entusiasta coleccionista de cómics solía intercambiar correspondencia con algunos escritores de historietas —a los que les pedía números faltantes para sus colecciones, particularmente a Gardner Fox, uno de los más recordados autores de la mencionada serie—.

The Best of Xero
The Best of Xero
Imagen Amazon
Portada de la compilación The Best of Xero. Año 2005.

En noviembre de 1960 Jerry Bails recibió una carta de un joven interesado en intercambiar números de All Star Comics. ¿Cómo había llegado hasta él? Este joven le había escrito al por entonces editor de DC Comics Julius «Julie» Schwartz, y este lo había derivado a Gardner Fox, quien a su vez le pasó la dirección de Jerry, diciéndole que él era el indicado para sus intereses. ¿Quién era este joven? Nada más y nada menos que un veinteañero Roy Thomas. Por si no te suena este nombre, Thomas fue el primero en ocupar el puesto de redactor jefe de Marvel Comics tras el ascenso de Stan Lee a editor en jefe en 1972, además de ser el responsable del gran resurgir en la década del 60 de las figuras de la Era Dorada del cómic (1930-1950, aproximadamente), tanto para Marvel como para DC. Jerry y Roy se hicieron grandes amigos gracias a este intercambio, y juntos habrían de gestar lo que fuera la primera convención exclusiva de lectores de cómics.

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Luego del surgimiento de esta amistad, el editor  Julie Schwartz tomó la decisión de empezar a publicar las direcciones de los lectores que escribieran cartas a la editorial y que fueran publicadas en los cómics, para que los fans de todo el país comenzaran a intercambiar correspondencia con gente con iguales intereses. Gracias a esto, Jerry tuvo la idea de que DC Comics realizara un boletín sobre  Justice League para enviárselo a los lectores que mandaban cartas a esta serie, y se ofreció a colaborar escribiendo para el proyecto. La respuesta del editor Schwartz fue que esa idea ya existía, y era lo que los lectores de ciencia ficción llamaban fanzines. Como muestra, para que entendiera de qué hablaba, Schwartz envió a Jerry una copia de Xero, el fanzine de  Dick y Pat Lupoff. El círculo comenzaba a cerrarse.

Con este impulso, Roy Thomas y Jerry Bails publicaron en marzo de 1961 el primer número de su propio fanzine, Alter Ego, en donde no solo hablaban de Justice League, sino también de varios de los cómics de las distintas editoriales existentes en la época. Con las direcciones de los fans tomadas de las secciones de Cartas al editor generaron una base de datos de más de 200 lectores, a los que enviaron gratuitamente ejemplares de Alter Ego #1. Casualmente, menos de un mes más tarde salía a la luz  Comic Art, un fanzine realizado por  Maggie Curtis y Don Thompson (ya los mencioné, ¿recuerdas?), en cuya nota editorial se aclaraba de que se trataba de una publicación exclusiva para lectores de cómics, y que nada tenía que ver con los fanzines de ciencia ficción. El círculo estaba casi cerrado.

Portada de Alter Ego #1, ilustrada por Roy Thomas. Marzo de 1961.

La Academia y sus premios

Para octubre de 1961 Alter Ego ya estaba bastante extendida entre los lectores regulares de cómics. El entusiasmo de los fans estaba muy bien, era bueno, daba resultados, y estos resultados funcionaban. Pero en la cabeza de Roy Thomas se estaba gestando algo más, así que le propuso a Jerry Bails que la revista publicara algún tipo de premios a los cómics por categorías, algo así como los Premios Oscar. Jerry estuvo de acuerdo, pero bajo el acuerdo de que fundaran una academia que se encargara de nominar y oficializar los premios —que serían seleccionados por el voto de los lectores—, para darle un tono más profesional al emprendimiento. Así fue como a fines de 1961 y principios de 1962 nació la Academy of Comic-Book, Arts and Sciences (Academia de Cómics, Artes y Ciencias), con la ayuda de otros fans —cerca de 20 personas— que se habían aproximado a Jerry y Roy.

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Ya establecida la Academy of Comic-Book, Arts and Sciences, solo restaba organizar la premiación. Así fue como surgieron los Alley Awards, nombrados de este modo en homenaje a Alley Oop, el personaje protagonista de la tira homónima escrita y dibujada por  V. T. Hamlin a principios de la década del 30. La trama de esa tira cómica mostraba cómo Alley, un cavernícola de la prehistoria, viajaba en el tiempo y se convertía en una especie de superhéroe de la actualidad. Por eso fue que Roy Thomas eligió este nombre, ya que según él «seguramente un cavernícola tiene que haber sido el primero de los superhéroes, cronológicamente».

Portada de una reedición de Alley Oop, de V. T. Hamlin.

La Academia debió enfocar sus tareas entonces en el titánico trabajo de contabilizar los votos de los cientos de fans de todos los Estados Unidos, que fueron recibidos a lo largo de 1962 y cuyos resultados se publicaron en  Alter Ego #4, en octubre de ese año.

En 1963 la Academia fue rebautizada con el nombre de  Academy of Comic-Book Fans and Collectors (Academia de Fans y Coleccionistas de Cómics). Por ese entonces ya superaba los 90 miembros, y fue en ese año cuando comenzaron a planificar seriamente la idea de realizar una convención en donde todos los fans, lectores de cómics, redactores de fanzines y comiqueros en general pudieran verse las caras entre sí por vez primera. Para lograrlo, en 1964 la Academia publicó el primer directorio de lectores de cómics, llamado Who’s Who in Comic Fandom ( Quién es Quién entre los Fans de Cómics), que incluía un total de  1683 nombres y direcciones de lectores de cómics de todos los Estados Unidos. 

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La primera convención de cómics

Y así es como llegamos hasta el propósito fundamental de este artículo y su punto final: el inicio de las convenciones de cómics.

El mítico artista Jack «The King» Kirby posa rodeado de los fundadores de la San Diego Comic-Con. San Diego, California, año 1970.

La primera reunión de fans de los cómics más o menos multitudinaria de la que se tiene registro formal fue la denominada  Alley Tally Party, que tuvo lugar en marzo de 1964 en la casa de Jerry Bails en Detroit, y cuya finalidad principal fue contabilizar los miles de votos que los fans habían enviado con motivo de los Ally Awards correspondientes al año 1963. En ese evento participaron un total de 19 personas, todos miembros de la Academy of Comic-Book Fans and Collectors, y dado su reducido número y su finalidad tan concreta no ha logrado pasar a la historia con el título de convención de cómics, y por tanto no puede ser la primera de su estilo.

Pero otra sería la situación ocurrida a fines de ese mismo año 1964 y también en Detroit, donde Jerry colaboró con Dave Szurek y Bob Brosche en la organización de una pequeña (esta vez sí) convención de fans de los comic-books. Allí concurrieron unas 70 personas, y aunque este evento no tuvo un nombre propio oficial, los historiadores del noveno arte lo consideran como la primera convención de cómics como tal. 

Ya en 1965 Jerry Bails y otros miembros de la Academia colaboraron en la organización de la llamada Detroit Triple Fan Fair (Feria Triple de Fans de Detroit), en donde establecieron el formato multiplataforma que más o menos se mantiene hasta hoy en día. Este evento abarcó los cómics, la ciencia ficción y el cine, y por ello el apelativo Triple del título. Hoy en día esta práctica es moneda corriente, incorporando naturalmente a los videojuegos, los cosplay, las figuras coleccionables, y otras innumerables vertientes del entretenimiento. El director de la Detroit Triple Fan Fair fue  Sheldon Dorf, quien luego fundaría la San Diego Comic-Con, la cual es actualmente la convención de cómics más reconocida del planeta.

De izquierda a derecha: Jerry Bails, Howard Keltner, Roy Thomas y Yours Truly. Chicago, Illinois, año 1997.

Muchos años, esfuerzos y tinta debieron invertirse para que las convenciones de cómics echaran a andar. Y es gracias a gente como Jerry Bails, Dick y Pat LupoffMaggie CurtisDon Thompson, Roy ThomasJulie Schwarz, Dave SzurekBob BroscheSheldon Dorf, entre tantos otros, que hoy nosotros podemos disfrutar de estos espacios de comunidad y entretenimiento a nuestra manera junto a nuestros semejantes.

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A estos pioneros, vaya mi sincero homenaje y agradecimiento.

¿Conocías esta singular historia? Compártela con tus amigos y con todos aquellos que sepas que disfrutan de las convenciones de cómics.