Antes de los Avengers: The Rocketeer, la adaptación de cómic de Disney que presagió el MCU

Las películas basadas en cómics están entre nosotros desde hace ya varios años, pero lo cierto es que, aunque hoy se las considere casi un subgénero, alcanzaron esta categoría hace relativamente poco tiempo, ya que se considera que fue Blade (1998) el film que marcó un antes y un después en las adaptaciones de cómics, a pesar de que para esas épocas ya existían varias películas que no solo fueron exitosas, sino que generaron las primeras franquicias en torno a sus personajes, como Superman (1978) y Batman (1989).

Pero la década de los 90 fue una época de cambios tanto para el cine como para los cómics. En las salas se seguía viendo más o menos la misma cantidad de violencia que en los 80, pero ahora había mayor rango a la hora de calificar una película –cosa que antes no existía–, Disney se vio en la necesidad de crear estudios paralelos como Touchstone y Hollywood Pictures para producir películas PG-13 o con calificación R.

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Condorman, el primer intento de Disney

Tras un vistazo al pasado, el primer «superhéroe» de la factoría Disney en tener su propia película fue Condorman (1981), una fallida película de espías sobre un historietista que es confundido con un agente secreto y decide cooperar con la CIA, a cambio de que se recreen de manera funcional las armas de su personaje más famoso: Condorman, una versión edulcorada de Batman. Pero más allá del potencial desperdiciado de esta película, la misma nunca fue una adaptación de un cómic, sino de The Game of X, una novela de misterio de Robert Sheckley.

La primera adaptación de un cómic hecha por Disney

No fue hasta el año 1991, en que se estrenó The Rocketeer, la primera película de Disney basada –de manera bastante fiel, corresponde decir– en un cómic independiente del mismo nombre, creado por Dave Stevens y publicado por la desaparecida editorial Pacific Comics y que cambió varias veces de manos hasta terminar en posesión de IDW Publishing.

La historia de Rocketeer se ambienta en 1938. El piloto de pruebas Cliff Secord ( Billy Campbell) y su amigo, el mecánico aeronáutico Peevy ( Alan Arkin), encuentran oculto en su avión un jet pack (mochila cohete) que unos criminales habían robado del taller de Howard Hughes ( Terry O'Quinn).

Al ver al cohete como un potencial beneficio para su carrera, Cliff planea contarle todo a su novia Jenny ( Jennifer Connelly), pero durante un espectáculo aéreo, uno de los pilotos pierde el control de su avión en pleno vuelo y Cliff debe usar el cohete para salvarlo.

Este suceso termina en los periódicos, lo que llama la atención de Neville Sinclair ( Timothy Dalton), un famoso actor de Hollywood que desde un principio está detrás del prototipo del jet pack. Entonces secuestra a Jenny –quien es una aspirante a actriz– para atraer la atención de Cliff, es entonces cuando se descubre que Sinclair es un espía alemán que planea entregar el cohete a los nazis.

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La película que presagió al MCU

The Rocketeer no tuvo mucho reconocimiento ni entre el público ni en taquilla, incluso en Rotten Tomatoes solo alcanzó un 63 % de aprobación, lo que la vuelve una película esencialmente «mediocre». Pero, aunque cueste creerlo, muchos de los componentes argumentales de este film se pueden ver en el MCU, lo que la convierte en una obra que planteó las bases para toda una nueva franquicia de la cual ni siquiera forma parte.

Rocketeer fue dirigida por Joe Johnston, el mismo que Captain America: The First Avenger (2011), por ello se puede apreciar el grandioso trabajo en la recreación de la ambientación en los últimos años de la década de los 30, algo que también se puede experimentar en Captain America.

La película también presenta varios momentos impactantes donde se insinúan crueles asesinatos, pero como esta violencia no es explicita y hay varios momentos de comedia ligera, se considera a Rocketeer un film bastante kid-friendly en esencia, lo que la asemeja mucho a una aventura del estilo Indiana Jones, con el mismo género de aventuras, espías e intrigas a la búsqueda de un objeto que dispara la trama.

Esta medida de sostenerse de un género ya probado y exitoso; usar la violencia de manera adecuada y en dosis leves, y recurrir al humor, es algo que el MCU hace desde el comienzo. Solo basta pensar en Iron Man y cómo su primera película se esmera en mostrar su transformación en un héroe, aunque sus escenas de acción no son tantas como uno espera.

The Rocketeer también plantea la práctica del MCU de presentar personajes esquemáticos y dejar que la actuación y el carisma propio de sus intérpretes ayude en su construcción emotiva y argumental. Y no se puede negar que todo el reparto de The Rocketeer hizo su trabajo de manera muy prolija, ya que se ganan la simpatía de la audiencia sin importar que se trate del villano.

Conclusión

Aunque quizás en su época de estreno no haya causado el efecto deseado y muchos todavía la consideren una película del montón, la verdad es que The Rocketeer ha envejecido bien y se la puede considerar una obra de culto, una aventura entretenida y una adaptación humilde pero bien lograda que le dejó más al cine de superhéroes de lo que podríamos haber esperado.

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