Unas copitas de vino pueden alegrar el alma y relajar la osamenta. Todos sabemos esto pero pocas veces nos damos cuenta de cómo ocurre esta transformación, en parte porque después de un par de traguitos es difícil mirar hacia uno mismo.
Un fotógrafo registró cómo se transforma nuestro rostro después de una, dos, y tres copas de vino

Por:Univision
Pero no te preocupes, porque el fotógrafo brasileño Marcos Alberti se encargó de registrar en imágenes cómo se transforma la gente según el nivel de alcohol proveniente del vino a medida que va aumentando en sangre.
Para ello, Alberti invitó a sus amigos a su casa después de un día normal. Entonces les tomó una foto inicial, una después del primer trago, del segundo, y del tercero. El resultado es sorprendente y es muy atractivo mirar estas imágenes.
No te asustes que las rayas del background no tienen nada que ver con un fichaje policial, son pura coincidencia. Presta atención cómo el tamaño de la sonrisa es proporcional al número de copas. ¡Echemos un vistazo!
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La lengua se suelta
Hasta la seriedad más ferrea se transforma en sonrisa
Un giro de 180°
Primero un guiño de ojo, luego la sonrisa
¡Adios casco!
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