Creo que si hay algún famoso que por fin puede decir “soy feliz”, sin la necesidad de fingir ni pretender ser noticia, ese debe ser nuestro querido Ricky Martin.
Ricky Martin y su novio disfrutan de un día en la playa

Desde ese recordado 29 de marzo del pasado año, en que decidió finalmente contarle al mundo sin reparo ni vergüenza su opción sexual, la vida le ha cambiado, y definitivamente para bien. Lo tiene todo, fama, carisma, familia, el apoyo incondicional de sus fans, libertad y tranquilidad.
Se encuentra en medio de su tour mundial 2011 Música + Alma + Sexo el cual abarcará 30 países de Norteamérica, 7 de Sudamérica y 15 del continente europeo; a su vez continúa con sus causas humanitarias siendo su más reciente proyecto una campaña publicitaria junto a la rapera Nicki Minaj para la firma de cosméticos Mac Viva Glam con el fin de obtener fondos para luchar contra el sida; vive una hermosa etapa como padre de sus adorables gemelos mateo y valentino; y por si todo esto fuera poco, también ha encontrado el amor.
La época en que vivía encasillado como un símbolo sexual para las mujeres ya ha quedado en el olvido. Ahora, el puede vivir a pleno su homosexualidad, de tal manera que incluso, ha de dejado de esconder a su novio Carlos González Abella, cuya relación salió a la luz en la entrega de premios de la Alianza Gay y Lésbica en contra de la Difamación, cuando lo mencionó en los agradecimientos, hace algunos meses atrás.
Desde ese entonces, ya no hay nada que ocultar, y sí que puede disfrutar al fin de esos beneficios de haber dejado de pretender ser quien no era. Si no, basta con ver las imágenes recientemente captas por el portal de Univisión, donde podemos apreciar a un muy feliz Ricky Martín, haciendo un break en su atareada agenda mundial, disfrutando del soleado Miami entre las olas y la arena en compañía de Carlos.
Si bien es cierto no se les ha sorprendido entre besos ni arrumacos, se les ve muy cariñosos y enamorados.
¿Podría alguien acaso culparlos por tratar de ser felices?








