Lady Di pisoteó los protocolos reales estas 20 veces y estarás de acuerdo con ella

Diana de Gales ha sido uno de los más grandes iconos de la realeza, por lo que no es de sorprendernos que a más de dos décadas de su fallecimiento se le siga recordando con cariño. Su belleza y carisma lograron conquistar el corazón no sólo de Inglaterra, sino de todo el mundo.

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Se sabe que las mujeres de la corona deben seguir diversos protocolos. Sin embargo, la princesa Diana se rebeló en más de una ocasión y se negó a seguir esas reglas, por considerar que no eran acordes con su personalidad. Gracias a esto, logró dejar una huella en la historia e incluso se convirtió en un ejemplo a seguir.

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#1 Con su anillo de compromiso

Las bodas reales son todo un ritual. Representan una gran ceremonia para la Corona Británica. El país entero y el mundo siguen este evento, por lo que no puede haber errores.

Pero Diana no estaba acostumbrada a decir que SÍ a todo. Antes de casarse con el príncipe Carlos, ya había quebrado las reglas. La realeza exige que los anillos de compromiso de cada novia sean personalizados y hechos a la medida.

Diana decidió optar por algo distinto. A sus 19 años, eligió su anillo de compromiso de un catálogo de la colección de la joyería Garrard. No le importó lo escandaloso que podría resultar. Quién diría que ahora Kate Middleton porta este anillo.

#2 Escribió sus propios votos

La joven Diana siguió modificando el protocolo aún en la boda. La mayoría de las novias de la realeza usaban los votos que ya se encontraban predeterminados, pero Lady Di no quiso hacerlo.

Ella eligió escribir sus propios votos (pero eso no fue lo más revolucionario). En los votos ya escritos, las mujeres prometían obedecer a sus esposos en todo momento.

Pero Diana no nos decepcionó y decidió omitir esta parte de sus votos matrimoniales. Así que no le juró obediencia al príncipe Carlos. Fue algo que dio mucho de qué hablar, pues ocurrió en una época donde el machismo estaba aún más presente que en la actualidad.

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Aunque ella fue la primera en hacer algo así, afortunadamente no ha sido la única. En su boda con el príncipe Harry, Meghan Markle siguió su ejemplo y decidió omitir la parte de la 'obediencia' en sus votos matrimoniales.

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#3 Madre dedicada

Los grandes amores de Diana fueron sus hijos, William y Harry. Pero sabemos que cualquier miembro de la realeza tiene una agenda excesivamente apretada.

Diana no era la excepción, pero decidió dar su máximo esfuerzo para cumplir sus obligaciones con la Corona sin descuidar su papel como madre. La reina Isabel acostumbraba pasar sólo una hora al día con sus hijos, pero Diana no quiso repetir este patrón.

Para empezar, Diana se encargó de elegir personalmente a las niñeras de sus hijos. Consideraba que las cuidadoras oficiales tenían una edad avanzada y les costaría seguir el enérgico ritmo de un niño pequeño.

También decidió que la mejor opción era llevar consigo a sus hijos durante sus giras internacionales. De esta manera, sus pequeños no sufrirían un desapego total.

#4 Supo darle un giro a la moda

Otro aspecto controlado para las mujeres de la corona es su forma de vestir. Tienen estrictamente prohibido usar escotes pronunciados, minifaldas y tacones muy altos, entre otras cosas.

Diana supo qué reglas seguir y cuáles no. En una ocasión, optó por usar una de sus tiaras como collar. ¡Seguro que la reina Isabel no vio venir eso!

También hablaba y expresaba sus ideas a través de sus atuendos. Por ejemplo, cuando se transmitió un documental sobre la infidelidad de su esposo, ella portó un increíble vestido negro. Los titulares del día siguiente no dejaron de hablar de ella.

#5 La prioridad fue su familia

Desde siempre, Diana estuvo consciente de que lo más importante en la vida es pasar tiempo con tus seres queridos. Así que no le importó cambiar algunas cosas para tener momentos de calidad con su familia.

Dejó su carrera como maestra y paraba su cronograma laboral cuando sus hijos la necesitaban. Incluso llevaba una agenda para organizarse mejor, y claro, los momentos con Harry y William eran los que más abundaban.

#6 No temía demostrar su cariño

No es desconocido que la reina Isabel es una mujer diplomática, pero lamentablemente es un tanto fría con su familia. El príncipe Carlos reveló que el primer beso que recibió por parte de su madre, fue hasta que él tenía 8 años de edad.

También confesó que tras una larga gira de trabajo de su madre, en su encuentro ella tan sólo le acarició la cabeza. Pero no todo es culpa de la Reina, pues los protocolos ven mal las muestras de cariño en público y a ella le gusta seguir las reglas al pie de la letra.

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Sin embargo, Diana sabía que el cariño es fundamental para un desarrollo óptimo en la infancia. Así que una vez más tiró el protocolo por la borda. Ella abrazaba y besaba a sus hijos en público. Dejó atrás la preocupación del "que dirán".

#7 Mandó a sus hijos a la escuela

Lady Di quiso que sus hijos crecieran y aprendieran como todos los demás. Es costumbre que los niños de la realeza se eduquen en casa o en escuelas privadas de alto nivel social e incluso en el extranjero.

Pero la princesa Diana quiso una vida y entorno diferente para sus hijos. Por lo tanto, el príncipe William se convirtió en el primer infante de la monarquía que asistió a una escuela pública.

#8 No necesitaba compañía

Ya mencionamos que los tiempos donde Diana formó parte de la Corona eran mucho más cerrados y machistas. Otra de las cosas que no eran bien vistas, era que las mujeres de la realeza asistieran solas a eventos públicos de cualquier tipo.

Pero los problemas matrimoniales de Diana y Carlos comenzaron a hacerse presentes. Fue ahí que ella se dio cuenta que no necesitaba a su esposo para realizar su labor, así que empezó a salir sola (claro, con los miembros de seguridad que requería).

#9 Adiós guantes

Meghan, Kate, Eugenie y las demás mujeres de la monarquía ya no deben portar guantes en todo momento. Pero anteriormente, sí era un requisito de moda (la reina Isabel continúa haciéndolo).

Diana Spencer no se sentía cómoda usándolos en cada lugar al que iba, así que decidió simplemente prescindir de ellos, sin importar la opinión de la Reina o de la prensa.

La princesa era conocida por sus actos de amabilidad y generosidad. El acercamiento con la gente era vital para ella y los guantes le impedían hacer contacto piel a piel con las personas que conocía.

#10 Tampoco era adepta a los sombreros

Los sombreros son también un accesorio importante para las mujeres de la realeza. Sin embargo, Lady Di consideraba que estos eran muy estorbosos y sumamente innecesarios (sobre todo los de gran tamaño).

Diana prefería asistir cómoda a los eventos. De esta manera, podía jugar, sostener y abrazar a los niños con libertad. Un sombrero sólo entorpecería estos movimientos.

#11 Revolucionó hasta el parto

Sí, aunque no lo creas, las mujeres de la Corona tienen estrictas reglas hasta para parir. Como sabrás, antes era mucho más común que cualquier madre diera a luz en su hogar.

Y esto incluía también a las féminas de la Corona. No obstante, esta práctica puede llegar a ser riesgosa, pues se tienen muchas menos herramientas para atender una emergencia, como una hemorragia, un paro respiratorio, etc.

La princesa Diana no quiso poner en riesgo su salud ni la de sus bebés, así que decidió parir en el Hospital St. Mary, en Londres. Esto lo hizo en sus dos alumbramientos. Por cierto, sus nietos (hijos de Kate y William) han nacido en el mismo nosocomio en el que ella dio a luz.

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#12 Vida normal para sus hijos

Para la reina Isabel y compañía, es importante mantener las apariencias ante los demás. Pero como ya dijimos, Diana quería que sus hijos tuvieran una vida regular.

Por lo tanto, le gustaba llevarlos a comer hamburguesas a lugares comunes como McDonald's. Viajaban juntos en transporte público y en bicicleta. También les enseñó la importancia de hacer obras de caridad.

#13 Fue honesta con su público

Tras la infidelidad de su esposo, Diana se vio envuelta en escándalos y chismes. Para dar una visión clara de su vida, ella eligió no andarse con rodeos.

Lady Di accedió a hablar claramente con la prensa, a través de entrevistas. Supo que esta era la mejor manera de acabar con los rumores y sacar la verdad a la luz.

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#14 Demostró ser una persona común

Ser parte de la realeza no te exenta de sufrir problemas y conflictos en tu vida diaria. Diana es el claro ejemplo de ello, pues no sólo atravesó dificultades en su matrimonio, también padeció en su salud.

Se reveló que la princesa sufría de desórdenes alimenticios como anorexia y bulimia. Además de luchar con su enfermedad, ella hizo todo lo posible para que la Familia Real no se enterara.

Pero cuando todo salió a la luz, decidió no negarlo. En cambio, se convirtió en un ejemplo de superación. Diana demostró que cualquier persona puede padecer una enfermedad de este tipo, pero también que se puede salir de ello.

#15 Embarazo pleno

Por alguna extraña razón, las mujeres de la realeza no acostumbraban mostrar sus vientres durante el embarazo. Antes de Diana, no existen fotografías de mujeres de la Corona embarazadas.

Lady Di supo que esta etapa debe disfrutarse por completo. Se sentía feliz de convertirse en madre y no dudó en mostrarlo al mundo. Trabajó hasta los últimos meses de embarazo.

#16 Perdió el miedo a la informalidad

Los miembros de la realeza deben mostrarse siempre con recato. Pero para Diana, lo más importante de su trabajo era convivir de manera plena con otras personas y ser siempre humilde.

Fue la primera en arrodillarse ante los niños. Esto lo hacía para poder mirar a los pequeños a los ojos. Para la realeza, era muy mal visto tocar a las personas que padecieran una enfermedad contagiosa, como el VIH/SIDA. Pero ella rompió los tabús al ser muy cercana a las personas enfermas.

#17 Disfrutó de ser soltera

En aquellos tiempos, no era tan común que las mujeres se divorciaran de sus esposos. Tristemente, muchas se sentían presionadas por su familia y la sociedad, y elegían quedarse a pesar de vivir infidelidades y sufrir maltratos.

Diana sabía que quedarse en un matrimonio infeliz no beneficiaría a nadie. Ni al príncipe Carlos, ni a sus hijos y claro, mucho menos a ella. Así que rompió las reglas y decidió optar por el divorcio.

La monarquía británica sigue fervientemente la religión anglicana. En ese entonces, esta iglesia veía con malos ojos el divorcio. Así que dejó de lado el protocolo también en esta creencia.

Estamos seguros que esto impulsó a muchas mujeres a poner fin a relaciones tóxicas y ser felices por completo. Una vez soltera, Diana no tuvo miedo en salir con otros hombres y disfrutar plenamente su vida. ¡Cómo debe de ser!

#18 Lo importante era estar cómoda

Las reglas de la realeza son tan estrictas, que incluso tienen restricciones para sentarse. Deben hacerlo con las rodillas juntas y pueden cruzar sólo un poco los tobillos.

Pero Diana sabía que la manera de sentarse no es un gesto realmente importante para las mujeres. Muchas veces se le vio con las piernas cruzadas y en poses muy cómodas.

Su nuera Meghan Markle, esposa de su hijo Harry, ha seguido sus pasos, pues se le ha visto sentarse con las rodillas cruzadas en varias ocasiones.

#19 Trabajó en todo momento

Lady Di ya era parte de la nobleza, mucho antes de casarse con el príncipe Carlos. Aún así, a ella no le gustaba quedarse con los brazos cruzados. Trabajó para una empresaria norteamericana llamada Mary Robertson. Cuidaba a su hijo, lavaba ropa, platos y tenía la casa ordenada.

#20 Disfrutaba de su vida social

La princesa Diana sabía que todas las personas necesitan socializar para tener una vida plena. Ella decidió no encerrarse en el palacio. Salía con sus amigos a cenas y eventos sociales. Muchos de ellos eran afamadas figuras del espectáculo británico, como Paul McCartney, Elton John o George Michael.

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