La reina Isabel es la monarca que lleva más tiempo en el trono y ha vivido todo tipo de cosas (puedes conocer más sobre el tema en una serie gratis aquí).
¿La reina Isabel puede abdicar por culpa del COVID-19? El protocolo real tiene la respuesta

Sin embargo, se dice que el fin de su mandato podría estar cerca. ¿Qué tan cierto es? ¿Puede dejar el trono si así lo desea?

La soberana cumplió 94 años el pasado mes de abril, pero, como muchos millones de personas, tuvo que pasar ese día tan especial resguardada en casa por la pandemia de COVID-19.

Aunque en Reino Unido los contagios han disminuido, la emergencia aún no ha sido controlada por completo y el riesgo sigue latente.
En consecuencia, Isabel y su esposo, el príncipe Felipe, continúan el confinamiento en el castillo de Windsor, ya que por su edad se les considera como población vulnerable.

Desde hace tiempo, en los medios británicos rondan rumores que indican que la reina podría abdicar al trono para su cumpleaños 95, para así garantizar su salud tras la llegada del coronavirus.
De ser así, su hijo mayor, el príncipe Carlos, tomaría su lugar.

Sin embargo, la realeza no ha declarado que esto sea cierto; por lo que, hasta ahora, sólo son especulaciones sin fundamento.
Pero, lo que sí es una posibilidad es que Isabel le delegue más responsabilidades a su primogénito.
A pesar de que ella se encuentra en perfecto estado de salud, es evidente que su energía ya no es la misma que antes, debido a su edad.
Esto la llevó a confiarle algunas de sus obligaciones a Carlos, desde hace algunos años.

Por ende, hay probabilidad de que las actividades del heredero al trono se multipliquen en los próximos meses, por solicitud de su madre.
De esta forma, ella podrá descansar más tiempo y no arriesgará su salud a causa de la pandemia.

Aún así, los expertos en los temas de la realeza indican que si la reina decidiera dejar el liderazgo, ella seguiría llevando el título de soberana y su hijo se convertiría en príncipe regente, hasta que la soberana fallezca.

De hecho, no es la primera vez que algo así sucede en la familia real. El rey Jorge VI, padre de Isabel, hizo lo mismo con ella, luego de que su salud decayera notablemente.
Fue así que en 1951, la —en ese entonces— princesa estuvo al frente del Reino Unido, hasta que fue coronada en 1953 y nombrada oficialmente como la reina, luego de la muerte de su papá.
Cabe destacar que su majestad siente un gran compromiso con su reinado, por lo que ella misma ha declarado en el pasado que, mientras viva, cumplirá con su rol.
En conclusión, no es alocado decir que aún podremos ser testigos del liderazgo de la reina Isabel II por mucho tiempo más. ¿Crees que debería renunciar?
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