Gatos siendo gatos: cómo robar con estilo y sin remordimiento alguno

Ya nadie puede negarlo. Todos hemos sido victimizados por un gato en algún momento de nuestras vidas, y aunque sean seres malignos enviados a destruir la tierra, son absolutamente adorables, los queremos y no podemos vivir sin ellos, aunque a veces nos torturen.

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En esta ocasión, la víctima es una insospechada cumpleañera, que al escuchar un mensaje de felicitaciones entonado por mininos, sufre el robo de su regalo por una gata que decide que ya era hora de que el asunto cesara, o que, seguramente, disfrutaba tanto de la canción interpretada por su raza, que la quería sólo para ella.

Pero este, como imaginan, no es un hecho aislado: desde tiempos milenarios, los gatos se han aprovechado de sus dueños para robarle cosas. Aunque, a veces, las víctimas también pueden ser compañeros gatunos.

Y es que ni la comida se salva; así que, si tienes un gato y quieres comprar una pizza, te recomendamos estar atento.